La Congregación de Mena se enfrenta hoy a una jornada intensa y muy significativa. Sus titulares compartirán trono por primera vez en una procesión que conmemora el centenario de la fusión del Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Soledad. Cien años que los ha consolidado como un referente cofrade de la ciudad y que se han celebrado con numerosos actos, incluidos el triduo que termina hoy en la Catedral y la procesión de esta tarde. En cuanto termine, la congregación se pondrá a trabajar en la coronación de la Virgen en 2016.

Con los actos del centenario llegando a su recta final, ¿cómo valora su celebración? ¿Qué cree que ha aportado?

Se ha notado la devoción al Cristo y a la Virgen de la Soledad. Además, creo que hemos aportado una nueva forma de hacer las cosas en la liturgia, gracias al estilo que le hemos dado, con las formas más cuidadas que en los años anteriores. Creo que celebrar el triduo en la Catedral con los titulares, que es la primera vez que se hace un triduo allí, ha abierto una brecha para que otras cofradías se animen.

¿Se puede considerar que estos actos han sido, en cierta manera por su excepcionalidad, un ensayo general para la coronación?

Los actos por la coronación están pensados de otra forma, pero en lo que respecta a la Catedral sí que lo ha sido. Tememos que agradecer al Cabildo que nos haya facilitado todo tanto, lo que nos ha permitido conocer el terreno y nos será más fácil organizar el acto de la coronación canónica. Los actos encaminados a la coronación de la Virgen son de otro tipo, pero esto nos va a dar un bagaje importante.

¿Qué cree que ha supuesto la celebración del centenario para los malagueños? ¿Ha sido una oportunidad para acercar la congregación?

Creo que sí. Hemos visto que los titulares como tal, independentemente de sus vinculaciones militares, atraen a mucho público, como se vio en el traslado. Apenas hubo militares, pero se vio en la calle que mucha gente acudió a verlos. Hace siete años unos periodistas me preguntaban que pasaría si no venía la Legión y se está demostrando que Mena es mucho más que la Legión.

¿Con qué se quedaría de la celebración del centenario?

A falta de la procesión de esta tarde me quedo con el triduo, que ha tenido mucha repercusión. Hoy veremos además una forma diferente de procesionar, con la Virgen y el Cristo en el mismo trono, pero el triduo en la Catedral está siendo espectacular, con la música, el altar de Pablo Krauel, las cátedra del vicario... También hemos tenido un pregón maravilloso, de Mena, para Mena y hecho por gente de Mena, que nos ha gustado a todos y nos ha contado nuestra historia, que es lo que queríamos escuchar.

Después de cien años, se puede decir que la fusión fue un éxito, ya que se habla de la congregación como una unidad y no hay diferencias.

En la congregación no hay tantas diferencia entre el Cristo y la Virgen como ocurre en otras cofradías. Siempre hay gente que tiene más devoción a uno o a otro, pero hay una conciencia de hermandad, muy grande y no hay problemas. Todos trabajamos juntos. Además, a nivel patrimonial están las dos secciones muy bien y muy compensadas. Todo está en su justa medida.