La jura de cargos de la nueva junta de gobierno de la cofradía del Cautivo pone el punto final a una intervención episcopal que ha durado casi doce meses y que ha tenido al frente de la corporación al abogado Carlos Ismael Álvarez.

De este modo, la hermandad recupera la normalidad, después de que Carlos Ismael Álvarez haya logrado reconducir la vida interna cofrade y convocar un cabildo de elecciones que se celebró el pasado 29 de enero y que dio como resultado la victoria del periodista Ignacio A. Castillo, que desde ayer es ya hermano mayor a todos los efectos.

La cofradía también recupera así su autogobierno y las reglas estatutarias, que vuelven a tener vigencia ya que su aplicación quedó en suspenso con motivo de la intervención del Obispado de Málaga ante la fractura interna. La jura, según las bases electorales por las que se ha regido todo el proceso de las votaciones, supone el fin de la intervención desde la noche de ayer.

Castillo está acompañado por una comisión permanente compuesta por José Luis Ramos (primer teniente hermano mayor), Vanesa García Caba (secretaria general), David López (fiscal), Hugo Pérez (tesorero), Juan Navarro (contador) y Antonio Jiménez (albacea general) y una junta de gobierno de otros 45 cofrades que se reparten en las distintas áreas de trabajo. Además, renovaron su juramento los consejeros de la corporación.

La toma de posesión se llevó a cabo en San Pablo, tras la eucaristía correspondiente al primer día del quinario dedicado a Jesús Cautivo, que preside su sede canónica desde un espectacular altar efímero, acompañado por primera vez por las imágenes de la Virgen de la Trinidad y de Santiago apóstol, cedido para la ocasión por la hermandad del Prendimiento.

Los cultos se desarrollarán hasta el próximo domingo, dando comienzo a las 20.15 horas (a excepción del domingo, cuando la misa se iniciará a las 12.00 horas).