Este año andamos de vuelta por estas páginas cuaresmeras. El bacalao con tomate resucita otro año para guisarse con ingredientes distintos a años anteriores. ¡Qué remedio! El pescado en mal estado de otras épocas y el ácido tomate han dado paso a una cocina más moderna, de esta de nitrógeno líquido y nombres de cocineros. A ver si evolucionamos un poco, pero sin olvidarnos de los orígenes.

Hoy tengo que hablar de un pañuelo. Sí, un pañuelo. Pero no el de una Dolorosa, qué va, sino en el pañuelo del bolsillo de una chaqueta. De dos chaquetas en este caso. Este ha sido un año electoral cofrade intenso. Desde las elecciones a la Agrupación a las distintas cofradías que han elegido a sus nuevos hermanos mayores. Centrémonos, pues, en dos de estas cofradías que han cambiado de cabeza entre septiembre y enero. La Sentencia y el Cautivo; Chema Romero e Ignacio Castillo.

Ahora que se han puesto tan de moda esas campañas tan audiovisuales, los candidatos ponen sus mejores caras y se visten de gala para las fotos electorales. Revisando las de los dos citados anteriormente, llama la atención que ambos coincidan en el mismo complemento: los dos llevan el mismo pañuelo. Romero y Castillo se unieron en sus campañas como dos buenos amigos a través de un sencillo complemento. No sé si serán ustedes supersticiosos, pero si me tocara a mí presentarme a delegado de clase no dudaría en hablar con alguno de ellos para llevar el pañuelo cerca. Detalles a un lado, de este hecho anecdótico se desprende una conclusión sencilla: la relación entre estas dos hermandades son ahora -y será- mejor que nunca. Lo que Martín Simón ha unido, que no lo separe nadie.

Coda: Los pañuelos también sirven para secar lágrimas. Los cíngulos pueden servir para unir o para ahorcar, depende de en las manos en las que caiga.