La cofradía del Cautivo retoma la histórica vinculación que durante años unió a la corporación trinitaria y a la familia Ordóñez, iniciada por el máximo representante de esta dinastía de toreros, Antonio Ordóñez Araujo, nacido en Ronda, y continuada desde el día de hoy con su nieto, Cayetano Rivera Ordóñez.

Aprovechando la presentación del cartel oficial de la corrida de toros que acogerá la plaza de La Malagueta el próximo Sábado Santo, y en la que Cayetano será uno de los espadas, los cofrades del Cautivo han tenido oportunidad de hacer entrega al maestro de un ejemplar de la monografía Cautivo-Trinidad, con la historia y el patrimonio de la hermandad. Lo hicieron ayer en la sede de la Diputación Provincial de Málaga de la plaza de la Marina y con la presencia, entre otros, del diputado de Cultura, Víctor González, el empresario de la plaza malagueña, José Coutiño, y el apoderado de Cayetano, el maestro Curro Vázquez.

La unión entre Antonio Ordóñez y el Cautivo se inicia en 1951, cuando dona a la Virgen de la Trinidad el traje de luces que utilizó su padre, Cayetano Ordóñez Aguilera, conocido como El Niño de la Palma, en su alternativa. Un vestido de torear cuyos bordados fueron empleados para que las monjas de San Carlos confeccionaran una saya a la titular de la cofradía y que aún conserva.