José Miguel Sepúlveda fue el encargado de dar el pregón de la Semana Santa de Alozaina de este año, acto que comenzó tras la misa del sábado pasado en la parroquia de Santa Ana de Alozaina.

La hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Cristo Resucitado fue la encargada este año de organizar el acto, eligiendo a José Miguel Sepúlveda para exaltar la Semana Santa pechera. Un cuidado altar mayor presidido por la talla de Nuestro Padre Jesús y el acompañamiento musical de la Banda de Música de Alozaina, una de las más antiguas de la provincia.

Presentó al pregonero su antecesora, Ana Bellido, que fue profesora de José Miguel Sepúlveda y a la que le faltaron adjetivos para describirlo, destacando de él que es «el abanderado de Alozaina». También destacó su implicación en «La Pasión de Alozaina», una de las recreaciones pasionistas en vivo más consolidadas de Málaga y donde el pregonero ha interpretado a personajes como Pilatos, Judas o Caifás y a la que ha estado vinculada durante las veintinueve ediciones que lleva esta recreación.

Un emocionado José Miguel Sepúlveda comenzó su pregón aludiendo a la de veces que soñó con este momento y la facilidad en aceptar el ofrecimiento, valentía que se transformó en miedo al papel en blanco: «¿Cómo se escribe un pregón?», se preguntaba. Pero el corazón se impuso y no defraudó a los asistentes.

María, la abuela de José Miguel Sepúlveda, fue protagonista del pregón, ya que fue la inductora de su amor a la Semana Santa y de ella vinieron sus primeros pasos, primero como nazareno, luego de campanillero y hombre de trono. Fue muy emotivo cuando mostró al numeroso público uno de los «rostros» típicos en la Semana Santa pechera y que representaba a San Mateo, pieza con más de 200 años y que ha pasado por varias generaciones de su familia.

El pregón de Josemi también tenía un toque reivindicativo, aludiendo a la importancia de la participación de los niños en las procesiones.