Fernando Rodríguez Barroso estaba en paro, pero tenía dos grandes pasiones: el belenismo y la Semana Santa. En 2012, propuso a Rafael Pastor, también desempleado, montar una empresa de artesanía sacra y así nació Devocinart, una empresa que, junto al escultor Jesús Chust Esquivel, realiza nazarenos y tronos en miniatura, kits de montaje de tronos, reproducciones de imágenes de Pasión, dioramas de belenes y de Pasión así como figuras para belenes.

«Somos cofrades y belenistas, y hemos encontrado que, si bien hay una gran variedad de nazarenos y tronos en miniatura, en ocasiones las piezas o las reproducciones no son de muy buena calidad o, por el contrario, tienen que ser por encargo y con un precio muy elevado», dice Rodríguez Barroso, quien afirma que su idea es hacer figuras -nazarenos y piezas de belén- con una postura más natural, «cuidando en todo lo posible que los pliegues no sean excesivos o irreales y con más movimiento, lo que los hace más atractivos, encajando perfectamente en un mercado más exigente y considerados como regalos de un gusto más refinado». Los nazarenos están hechos de distintos materiales, por lo que el precio varía si es de resina o de yesos especiales.

Primero, explica este artesano, la figura se modela en barro, se cuece y se le hace un molde donde se sacan las reproducciones en distintos materiales como exaduros -yesos más resistentes-, resina o marmolina. Luego son lijados y se repasan las imperfecciones, para pintarlos, tras una capa de imprimación, al óleo o acrílico. «Todo es pintado a mano», señala Rodríguez Barroso.

En cuanto a los tronos o pasos a realizar, son estudiados minuciosamente y se cuidan al máximo «la impronta y el aspecto, para que sean lo más fieles que se pueda al modelo real», aclara.

Las piezas se hacen a mano, y se reproducen en una resina muy resistente. Luego, se dora con pan de oro o plata el trono o paso y se pintan las maderas y otros acabados, para montarlos pieza a pieza. Por ejemplo, el trono del Cristo de Mena tiene más de 20 piezas sin contar los varales. «El valor añadido de nuestros pasos y tronos es su excelente calidad, con un parecido asombroso a las imágenes reales. Su tamaño es el más pequeño en el mercado de los tronos en miniatura y el tamaño de las imágenes no supera los 40 milímetros», explica.

Los kits de montaje, por otro lado, tienen una moldura vistosa, que se podrá pintar y decorar al gusto. «De fácil montaje, el kit se suministra en despiece frontal, trasero, laterales y base, así como también hay una serie de complementos para terminarlo». En cuanto a las figuras para belenes, están moldeadas por los tres integrantes de la empresa y se realizan en resina y marmolina y se pintan al óleo, además de tener escenas completas, siempre con un gran movimiento de telas y estudio anatómico detallado.