Ahora que el pregonero ha defendido a ultranza la presencia militar en nuestros cortejos procesionales desde el atril del Teatro Cervantes, nos remontamos a otra historia que une a militares y a titulares de nuestras cofradías.

El Santísimo Cristo de la Sangre celebra en este año el setenta y cinco aniversario de su bendición. Los actos ya comenzaron hace meses y como broche tuvo lugar el Vía Crucis oficial de la Agrupación de Cofradías en el primer viernes de Cuaresma, presidido por el crucificado en el trono de la Expiración de Villanueva del Trabuco.

Con motivo de esta efeméride y revisando material fotográfico de la época junto a la información de historiadores y cofrades como José María De las Peñas se encontraba una foto que llama poderosamente la atención. El Cristo de la Sangre escoltado por militares, como se puede contemplar en la fotografía rescatada del archivo de la corporación de Dos Aceras.

El día 4 de abril de 1941, la imagen estuvo expuesta al público en la sala Muñoz Degrain de la Academia de Bellas Artes en la plaza de la Constitución, donde fue presentada al público, junto a otras obras de Palma entre ellas el Santísimo Cristo de la Humillación.

Pero esa noche el flamante crucificado de los hermanos de la Sangre fue escoltado militarmente. La historia se remonta a semanas antes, como bien apunta De las Peñas «a primeros de marzo de 1941, una delegación de la Archicofradía de la Sangre visita al gobernador militar de la Plaza de Málaga, coronel Juan Medina Togores, para comunicarle el nombramiento por la Junta Directiva de la Sangre, de Hermano Mayor Honorario al Ejército de Tierra, representado por el Gobierno Militar. El gobernador accede y promete su asistencia y la de su ayudante, el comandante García Pelayo. Asimismo, el gobernador y su señora aceptan ser padrinos en la ceremonia de la bendición de la nueva imagen del Cristo de la Sangre. Además, el gobernador militar prometió la asistencia de una escuadra de gastadores de la Legión para la exposición de la nueva imagen y procesión del Miércoles Santo de ese año».

En la madrugada del 4 al 5 de abril, el Cristo fue trasladado a hombros por hermanos de la Archicofradía desde la Academia de Bellas Artes a la iglesia de la Santa Cruz y San Felipe Neri, su nueva y actual sede canónica, tras la destrucción de la iglesia de la Merced. El 5 de abril de 1941, Sábado de Pasión, la imagen sería bendecida en la iglesia de San Felipe por el obispo de Málaga, Balbino Santos Olivera. Procesiona por primera vez el Miércoles Santo 9 de abril, sobre un trono provisional.

El 16 de noviembre de 1941 el gobernador militar recibiría en su despacho a una representación de la cofradía que le entregaba el nombramiento de Hermano Mayor Honorario y recibía su agradecimiento como se comprueba en la imagen.

Para la historia quedaría la foto y el instante inmortalizado que ahora cobra vida en estas páginas, sería la primera vez que el Cristo de la Sangre era escoltado aunque las vinculaciones castrenses estén más que presentes en su historia y cortejo procesional con la presencia del Pendón Morado de Castilla, portado por un oficial del Ejército cada Miércoles Santo.