La mayor parte de los abonados de la tribuna de la plaza de la Constitución sólo pagarán la mitad el año próximo, según un acuerdo de la Agrupación de Cofradías para compensar a estos usuarios de los problemas surgidos durante 2016 y que también ha llevado a romper el contrato con la empresa MS, responsable del diseño y montaje de la estructura.

La junta de gobierno celebrada anoche aprobó de forma unánime la decisión de rescindir el contrato con MS, que se había firmado por cuatro años, pero que se intentará romper de forma amistosa, aunque no se descarta acudir a la vía judicial para defender los derechos de las cofradías.

Esta rescisión viene acompañada de la decisión de compensar a los abonados de la tribuna, a partir de la primera fila de palcos -desde la Fila B hacia arriba-, por los perjuicios sufridos la pasada Semana Santa por falta de visibilidad. Así, el año próximo se les cobrará sólo la mitad del importe del abono. El presidente de la Agrupación de Cofradías, Pablo Atencia, apuntó que este rebaja se financiará con la retención de una parte del pago previsto de la nueva tribuna y que no se abonará por el mal resultado obtenido. "No se producirá ningún perjuicio económico a las cofradías", aseguró Atencia.

De cara al futuro se convocará a las empresas del sector para volver a realizar un contrato de alquiler y montaje de esta tribuna, con idea de rebajar los costes que soporta la Agrupación con la tribuna que tiene en propiedad. Pablo Atencia recalca que el contrato se mantendrá en las mismas condiciones que el firmado con MS, que finalmente se rescindirá, aunque se mejorará el seguimiento de la ejecución de los trabajos. En este sentido, se exigirá el montaje previo de la tribuna, "con tiempo suficiente", para inspeccionar la estructura y asegurar que cumple con todos los requisitos.

La tribuna oficial se ha montado este año por primera vez de alquiler, en sustitución de la que tenía en propiedad la Agrupación desde hace 13 años. Sin embargo, ha dado muchos problemas por no ajustarse a lo que requería el contrato de alquiler, con una menor visibilidad y con unas dimensiones más amplias de las previstas.