«Eso nunca lo hemos probado», sostiene el archivero de la Agrupación José María de las Peñas. En la pantalla del ordenador tiene la portada de la revista Málaga Católica del 9 de abril de 1922, con la imagen del Cristo de la Misericordia. La polémica viene por la frase bajo el título de la revista, «Órgano de la Agrupación de Cofradías», algo que como recalca, no está probado. Dirigida por Alberto de Arcos, tenía su sede en la calle Parra.

«Durante 1921 salieron una serie de números del que decía que era el órgano oficial de las cofradías y algunos números extraordinarios hasta que en 1922 aparece La Saeta», cuenta el archivero.

Mientras con Málaga Católica hay dudas, de La Saeta sí se sabe a ciencia cierta que llegó a convertirse en la revista oficial de la Agrupación pero en una fecha muy tardía, 1981, cuando el propietario cede los derechos a la Agrupación de Cofradías.

El archivo de San Julián conserva publicaciones muy interesantes de los primeros tiempos, entre ellas, por supuesto, el primer número de La Saeta de 1922, cuyo director y propietario era Francisco Morales López. La primera información de ese numero 1 fue la lista de cofradías por orden de salida, una lista muy escueta en comparación con la de nuestros días: Domingo de Ramos, La Pollinica; Lunes Santo, el Huerto; Martes Santo, Fusionadas y la Humillación; Miércoles Santo, la Sangre, la Paloma, Expiración y El Rico; Jueves Santo, Mena, Esperanza, la Misericordia y Zamarrilla; Viernes Santo, el Sepulcro, la Soledad de San Pablo y Servitas; Domingo de Resurrección, el Resucitado. 16 cofradías en total.

Lo más llamativo de esa primera Saeta es la publicidad que acompaña a la revista. Como era normal en la época se anuncia un buen número de fármacos y lociones para curar de todo, desde las pecas y la tuberculosis hasta la sífilis.

También guarda el archivo revistas anuales con el título de Semana Santa y el año correspondiente. Suelen ser una mezcla de guías de las procesiones pero también de la ciudad, con la prosa engolada de entonces: «Málaga, ubérrima y generosa ofrece a cuantos se cobijan en su regazo (...) el goce de una verdadera primavera desde el mes de diciembre al de marzo». De la publicación de 1929 es una espléndida foto del Cristo de Mena y una poesía sobre la proeza artística que encierra: «Ni los genios de Fidias ni de Apeles lograron concebir tanta hermosura».

La portada de la revista Semana Santa en Málaga 1930 tiene como protagonista el Cristo de la Expiración y este pie de foto: «Busto de la soberana efigie del Cristo de la Expiración, obra genial del insigne artista madrileño Sr. Fonts (sic), que este año será procesionada por primera vez». Sólo procesionaría en esa Semana Santa y en la de 1931, poco antes de la quema de iglesias y conventos.

De 1930 es otra publicación, La Pasión de Cristo, cuyo director propietario era Eugenio Aguirre Alcalá-Zamora y que incluía una impactante fotografía del Santísimo Cristo de la Sangre, en la parroquia de la Merced. En suma, publicaciones cofrades que se convertirían en testigos de un patrimonio artístico desaparecido.