El buen tiempo volvió a tiempo para recibir la procesión de la Virgen del Rocío por sus barrios de la Victoria y Lagunillas, donde no faltaron balcones adornados y varias petaladas para recibir una imagen popular y muy querida.

Las notas de la marcha 'Rocío Coronada', interpretada por la Banda de Música de La Paz, recibieron a la imagen frente a una abarrotada puerta de la casa hermandad. Esa fue la tónica de la primera parte de la procesión, de familias enteras viendo a la Virgen. Niños pequeños, personas mayores, odres, abuelos, primos, tíos y amigos que se reúnen y encuentran. "Vamos a ver a la Virgen", comentaba una mujer con prisas mientras empujaba un carrito. Y ahí iba, junto con una fila de personas subiendo la calle Victoria.

Quizás por la coincidencia de la Noche en Blanco, la última parte del recorrido fue más tranquila de público, aunque la Virgen no fue sola. El saludo a los titulares de la Hermandad del Rescate, en la capilla de la calle Agua, fue el preludio a entrar en Lagunillas. Los carteles con lemas laudatorios a la Virgen adornaban balcones y fachadas.

La Virgen recibió petaladas en la calle Lagunillas, al pasar por la casa hermandad del Monte Calvario y en Puerto Parejo. Flores para recibir a la flor más brillante del barrio de la Victoria. Lució especialmente guapa con la saya de coronación y un tocado sencillo.

La celebración de la festividad de Pentecostés adquirió así, un año más, una dimensión especial con la salida procesional de la Virgen del Rocío, este año ya como reina coronada del pueblo de Málaga. De hecho entró en la calle Victoria con 'Reina de San Lázaro' y salió con 'Coronación del Rocío'. Difícil decir tanto con sólo dos marchas.