Qué nerviosa está la gente. Unos y otros. Y fogan por internet. Porque después el cofrade medio a la cara dice poquísimo pero por detrás raja más que un sol y sombra en ayunas. Debe ser cosa del Beso de Judas. Pero a la mínima se tiran al barro desde su sofá con el celular en ristre. El otro día comentaban que esto se debe a que la Semana Santa se va muy lejos este año en el calendario y el capillita está nervioso. Bien estaría que se pusiera la pastillita -de incienso- debajo de la lengua o que metiera esta última en la trasera de su trono antes de atacar al prójimo por opinar lo que considere. El maestro Eloy Téllez dictó sentencia en Twitter apuntando a la no necesidad de salir en procesión si no se cubre un mínimo de requisitos. Él ponía el listón en una cuota de mil hermanos para que una cofradía pudiera salir a la calle. No sé si lleva razón, aunque donde vaya Téllez voy yo sin cuestionarlo. Porque para eso ha demostrado con creces su labor y criterio. No sé cuántos hermanos tiene Dolores de San Juan. No sé cuántos hermanos tiene Monte Calvario ni por dónde se sitúa El Rico. Pero puede que nos lleváramos sorpresas si supiéramos, de verdad, cuánta gente está al día en una hermandad. Somos muy exagerados y mi niño es el más listo de la clase, pero los ordenadores de los secretarios no engañan. Somos muchos en las cofradías. Pero no tantos como parece. A la vista está. Aquí hay troneros. Y tronistas. Pero cofrades comprometidos la mitad del cuarto.

Qué feísimo es el color de la pared del despacho del hermano mayor de Salutación. Lo sé porque ha salido en la tele. En el telediario de Antena 3 y ya lo tiene media Málaga en el Whatsapp. El mandatario de los de San Felipe ha sido claro y coherente. El plato se rompió hace mucho tiempo pero se ha oficializado hace unos días en los micrófonos de Bajo Palio. No tienen gente para llenar los varales de sus tronos en el año de su salida extraordinaria con la inclusión de la Virgen del Patrocinio. Un desastre de dimensiones épicas pero que ha tenido en la reacción de su hermano mayor su salvación. Parecía el rey Juan Carlos a la salida del hospital y no solo se perdona sino que se aplaude. Todo apunta a que salen sin problemas pero habría que ir pensando en trabajar para el año que viene. Mediadora está en las mismas con el Redentor del Mundo y tienen los tronos llenos a rebosar y los ensayos son multitudinarios. ¿Es que son mejores los de Mediadora que los de Salutación a día de hoy? Sí. Y se dice y no pasa nada. Porque al final esto queda en familia - y en el telediario- pero estoy convencido que de aquí se sale aprendido y reforzado. Lo primero es reconocer el error para enmendarlo. Y en Salutación lo han hecho y es de aplaudir. Qué ganas ver a la Virgen del Patrocinio por la calle Granada y que desde algún balcón suene una saeta. Yo me iría a verla a la altura del Pimpi. Tiene buena pinta lo que va a suceder.

Qué bien puesto está el nombre de «mentidero cofrade». De diez cosas que escuchas ocho son mentira, una medio medio y la otra no se acuerda el que te la cuenta. Fíjate cómo será la gente que ahora se escucha que los mantos -con bordados o flores- de algunos tronos son como las alfombras, el lugar en el que se esconde la porquería y queda lo que ve la suegra y los huecos son alarmantes. Y eso debe ser falso. El jueves llamábamos para Bajo Palio al hermano mayor del Descendimiento para preguntarle cómo iban sus tallajes por si podíamos echar un cable a la hora de ser altavoces de las típicas corporaciones que salen justas. Qué alegría fue escuchar de su boca que todo iba bien por La Malagueta. Que sus hombres de trono suelen ser rezagados pero que la cosa iba bien por ahora. Le pregunté que cuándo cerraban el tallaje. Su respuesta: No lo cerramos. Pues eso. Los mentideros cofrades.