La escena se repite año tras años: la Alameda, más que una arteria principal donde las cofradías desarrollan su estación de penitencia, parece convertida más bien en un plató de televisión con infinidad de reporteros gráficos que hacen su trabajo de manera profesional, en muchos casos, pero también por muchísimos aficionados que, más de una vez, han interrumpido el buen desarrollo de los cortejos procesionales. Para evitar estas interferencias, la Agrupación de Cofradías ha aprobado una nueva normativa que limita la presencia de fotógrafos acreditados en el recorrido oficial.

El objetivo de la normativa, según explican fuentes de la Agrupación, es reducir en lo posible el número de personas que deambulan con cámara u otro instrumental gráfico haciendo fotografías durante el recorrido oficial, que por su volumen y número generaban escenas «poco estéticas». Por este motivo, y tras debatirlo en la junta de gobierno de balance de la Semana Santa de 2016, el equipo de comunicación de la Agrupación presentó en noviembre un borrador, cuya versión definitiva fue aprobada el pasado 1 de febrero.

De este modo, para recibir una credencial de la Agrupación para poder ejercer su labor en el recorrido oficial debe acreditar que trabaja en un medio de comunicación con control de audiencias. Del mismo modo, se ha limitado el número de acreditaciones que se daban a los gráficos de las cofradías: dos por hermandad. Y solo podrán usarla el día de la salida de la hermandad a las que hagan su reportaje, ya que las acreditaciones tendrán un color determinado en función de la jornada.

De este modo, según las mismas fuentes consultadas, la Agrupación prevé reducir la presencia de reporteros en el recorrido oficial en un 40%.

Del mismo modo, y por propia iniciativa tras comunicarlo en la junta de gobierno agrupacional, varias cofradías han anunciado que dejarán de repartir estampas de sus sagrados titulares en la Alameda y Larios, con el objetivo de impedir la invesión de estas calles por personas, fundamentalmente niños, que incomodan a los nazarenos y les distraen de su función penitencial durante el itinerario.