El viernes previo al Pregón se ha convertido en una suerte de Domingo de Traslados aderezado del entusiasmo y la ilusión por disfrutar de los últimos días de la Cuaresma. Este viernes fueron cinco las cofradías que salieron a la calle para dar inicio a los días previos a la Semana de Pasión. Tiempo de disponerlo todo: flores, enseres con las imágenes de las hermandades cerca, una puesta a punto muy particular que hace la Semana Santa de Málaga si cabe más especial.

Casi todas coincidieron en la hora del atardecer para iniciar los actos. Tras las correspondientes misas, los hermanos de las cofradías se apresuraron a salir a la última luz del día, en el inicio de un fin de semana que ha tomado fuerza con los años y que ha creado una atmósfera especial de cara al Pregón, que esta noche pronunciará el comunicador Francisco Javier Curado «Coco».

La Archicofradía de la Esperanza, un año más, congregó a cientos de fieles al filo de las 20.30 horas de la tarde, que no quisieron perderse el vía crucis en el interior de la Basílica. El Dulce Nombre Nazareno del Paso llevaba una somera túnica de tergal negra y un discreto pero elegante exorno floral con buganvilla y romero, mientras la Virgen de la Esperanza Coronada, ataviada de hebrea, tras el Señor, llevaba claveles blancos, azahar y romero. Una vez concluyó la procesión se subió a las dos imágenes a sus respectivos tronos y el lunes ya estarán expuestos al público, hasta el Jueves Santo a mediodía, en el salón de tronos.

También fue discreto el traslado de la cofradía del Rescate, cuyos hermanos distribuyeron 20 velas entre el público que se reunió en la calle Agua para acompañar al Señor y a la Virgen. Ambos iban en andas, el Cristo, llevado por la Junta Permanente de la hermandad mientras que María Santísima de Gracia fue portada por sus camareras, que caminaban acompasadas mientras sonaban los acordes de Las saetas del silencio interpretada por una capilla musical.

En la iglesia del Buen Pastor también se vivió un traslado sencillo. Los titulares de la hermandad de Crucifixión fueron portados por hermanos mientras sonaba una capilla musical y, al hacer su entrada en la casa hermandad cantó la Coral de Santa María de la Victoria, que acompañó con sus voces la entronización del Cristo.

En Nueva Málaga se vivió un viernes especial, con ganas de Martes Santo. Numerosas personas quisieron acompañar a la cofradía del barrio y a sus titulares, el Señor del Perdón y la Virgen de Nueva Esperanza. Acompañada de la banda de música de Zamarrilla, el trono fue portado por cien hermanas, aunque las imágenes fueron trasladadas hasta el mismo por cuatro hermanos -dos nazarenos y dos hombres de trono antiguos- y por cuatro hermanos de la Salud, el Santo Traslado, el Cautivo y la Zamarrilla. Como cada año, pasaron por el Ministerio de la Vivienda para rendir homenaje a sus inicios y a su fundador, Paco Cobos.

Como broche final a una jornada que gana enteros, la cofradía de Estudiantes, que volvió a salir de la iglesia del Santo Cristo tras su restauración.

Los doscientos hermanos de vela -la mayoría niños y jóvenes- salieron del Ateneo para hacer más ordenada la procesión y las imágenes, portadas por históricos hermanos de la cofradía, salieron del templo mientras sonaba el Himno Nacional que enlazó con el tradicional Gaudeamus Igitur. Después, sonó una saeta del gran Pepe de Campillos.