Todo lo referente a Jesús Cautivo suele romper las previsiones. Han sido miles las personas que han formado colas de fieles que se forman a los pies de su imagen con motivo del besapié extraordinario organizado por la cofradía en San Pablo. Era la ocasión de despedirse del Cautivo, que estará cinco meses fuera de Málaga para su restauración. Cinco meses que se le harán muy largos a los muchos malagueños que acuden diariamente a rezar ante él.

"Vuelve bonito", "vuelve pronto", "te echaré de menos", "Señor ven pronto que me haces mucha falta"... Estas fueron algunas de las frases que se escucharon durante todo el día y que muchos malagueños dirigieron al Cautivo durante el besapié. Es la primera vez que el Cautivo estará fuera de Málaga, lo que dice mucho del vacío que dejará en muchos de sus fieles, acostumbrado a tenerlo cerca en su capilla de San Pablo.

Desde primera hora las colas han sido muy largas para participar en el besapié. El circuito organizado en el interior del templo se quedó rápidamente pequeño y la cola terminó extendiéndose por la calle Trinidad. La cofradía calcula que hubo momentos en los que pasaron hasta 10 personas al minuto. Llegar, besarle y dedicarle unas palabras de despedida. Alguno, incluso, triste por pensar que, por su edad, quizás ya no esté cuando vuelva el Cautivo a finales de octubre.

El hermano mayor de la cofradía, Ignacio Castillo,

explicó que se han editado 10.000 estampas de recuerdo de este besapié, que se están entregando a las personas que han participado en este sencillo acto, que ha tenido la iglesia de San Pablo abierta de forma ininterrumpida desde las 10.00 hasta las 18.30 horas. Además, durante la tarde se ha rezado un Vía Lucis con los asistentes al besapié.

A las 18.30 horas se cierra la puerta de San Pablo y comenzaron los preparativos para la misa de campaña que se realizaron en la plaza de San Pablo, a partir de las 21.00 horas, con la imagen del Cautivo presidiendo la eucaristía en el dintel de la puerta. La música de capilla del Grupo Maestro Iribarren acompañó la eucaristía, con las voces de Luis Pacetti y Lourdes Martín, acompañados por un oboe, violonchelo y órgano, este último tocado por Antonio del Pino.

La misa fue celebrada por el párroco de San Pablo, Manuel Arteaga. La decoración floral es blanca y el Cautivo permaneció en una peana.

Restauración

Juan Manuel Miñarro, escultor, doctor en Bellas Artes, y profesor de la Universidad de Sevilla, será el encargado de llevar a cabo esta restauración que servirá para corregir unos problemas estructurales históricos en la imagen. Para ello, el restaurador suprimirá unas gruesas barras metálicas que en la actualidad sirven de sustento de la imagen en su peana, y que han venido provocando, prácticamente desde el principio, pequeñas grietas en tibias y tobillos producidas por las vibraciones propias que se registran en cada procesión y las tensiones contrapuestas que ejercen estas barras roscadas en las piernas, y que cada vez son más evidentes y profundas. La restauración se ceñirá al aspecto estructural de la imagen.