Una tarde límpida y cálida, libre aún de oscuridad, ha dado acogida y luz a la liberación de la presa que, un año más, aunque con retraso, ha liberado Jesús El Rico, bajo la atenta mirada de su madre, la Virgen del Amor. En una plaza de la Constitución repleta de público, pocos minutos después de las nueve de la tarde, la indultada, una granadina de 42 años, condenada a tres años y medio de cárcel, firmaba su liberación.

Minutos después El Rico bendecía el acto bajo los acordes del himno nacional. En medio, las palabras del ministro de Justicia Rafael Catála; del obispo de Málaga Jesús Catalá y del Hermano Mayor de la cofradía, Antonio Martínez Piñar, sirvieron para cerrar con dignidad el paréntesis que ha supuesto este año no poder liberar al preso el Miércoles Santo.

El ministro de Justicia, Rafael Catalá agradeció a los malagueños que cada año "hable pidiendo una nueva oportunidad para alguien que cumple condena". Recordó que este acto "es una tradición" y no "un acto vacío" , por el contrario, "un acto esencial de vuestra ciudad, transmitiendo de padres a hijos la importancia que tiene el perdón". Además, ha añadido el ministro "este año, gracias a vuestra perseverancia y con el esfuerzo de todos, la tradición se ha cumplido". El obispo, Jesús Catalá ha recordado que "es el Señor el que libera del pecado al arrepentido", pues "la obra de la salvación es liberar al hombre del pecado, que es una afrenta al amor". Por ello invitó a todos los presentes al rezo del Padrenuestro.

El Hermano Mayor de El Rico, Antonio Martínez, agradeció el trabajo "codo con codo" la cofradía del ministro de Justicia, "al hacer suyo este asunto", y a todas las autoridades e instituciones. Ese agradecimiento especial al ministro se concretó al finalizar el acto en la entrega de un martillo de plata. Anteriormente la presidente de la Audiencia provincial, Lourdes García recordó que la aplicación real de la justicia es lo que permite la generosidad del indulto.Acto y procesión

A la ceremonia de liberación asistió un importante grupo de autoridades, encabezadas por el ministro de Justicia, Rafael Catalá, muy implicado en dar una alternativa tras suspender la liberación del Miércoles Santo; el obispo de Málaga, Jesús Catalá; el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz; el subdirector general de Gestión de Instituciones Penitenciarias, Javier Nistal; el Jefe Superior de Policía para Andalucía Oriental, Jorge Martí; el comisario provincial de la Policía Nacional, Francisco López Canedo, y otras autoridades.

La ceremonia se hizo coincidir con el traslado de los titulares de la cofradía de El Rico desde la iglesia de San Julián hasta la de Santiago, tras el final de la rehabilitación de la que es su sede canónica. El desfile estuvo compuesto por dos pequeños tronos de traslado.

El trono del Señor fue acompañado por un grupo de tambores de las Reales Cofradías Fusionadas, mientras que la Virgen del Amor estuvo acompañada por la Banda de la Expiración.

Unas 200 personas conformaron el cortejo, un número muy inferior a las más de mil que reúne la cofradía en su salida del Miércoles Santo. Además, no vestían de nazareno sino de paisano portando cada una un cirio en la mano. La única persona vestida de nazarena fue la indultada.