El 8 de septiembre de 2017 tiene este año un marcado carácter festivo. Si bien esta fecha es de especial relevancia por la celebración religiosa de la natividad de la Virgen, y de la Victoria en Málaga, este año toma un cariz más significativo como consecuencia del 150 aniversario del patronazgo de esta imagen con la ciudad, aunque su protección data del siglo XV, cuando la talla llega a Málaga.

Y ayer se notó, tanto como que la procesión y los actos en torno a esta cada vez reúnen a más adeptos, entre los que hay curiosos, turistas y feligreses. A las 19.30 se abría ayer la puerta del Patio de los Naranjos de la Catedral, con un nutrido público que esperaba acompañar a la Patrona de Málaga, Santa María de la Victoria, hasta su santuario y barrio. Previamente tuvo lugar la misa a las 11.30 horas de la mañana, presidida por el obispo de la diócesis, Jesús Catalá, acompañado por el Cabildo Catedralicio, párrocos, sacerdotes y diáconos. Una vez esta concluyó, tuvo lugar en las escalinatas de la Plaza del Obispo la tradicional ofrenda floral, en la que participó la banda de la Victoria.

Tanto el Ayuntamiento, como la Diputación y la Junta de Andalucía llevaron canastillas, flores que se unieron a la ofrenda, amenizada con bailes por malagueñas. Una parte de la celebración que quiere recordar a los ciudadanos lo significativo de la celebración, santo y seña de la ciudad y que no solo sirve para descansar o ir a la playa.

En la procesión hubo representaciones de numerosas hermandades de gloria, cofradías de pasión e instituciones, como miembros de la corporación municipal. También acompañaron el cortejo peñas, marengos, mantillas de la Coracha y maceros.

El trono tardó más de media hora en salir y lo hizo con la música de la banda de la Expiración y, mientras sonaba el Himno Nacional cayó una petalada mientras el público vitoreaba a la virgen, «¡viva la patrona de Málaga!». Antes, la banda de la Victoria interpretó la Marcha Real y posteriormente Réquiem, engrandeciendo más si cabe la postal alrededor de la Catedral.

El trono, mixto en lo que se refiere a la edad de los portadores, iba cargado de flores, entre las que destacaban biznagas. Delante rosas, y nardos para las esquinas. El monumento, camino de su barrio, avanzaba sin prisa por Duque de la Victoria al son de Alma de la Trinidad, mientras el público se agolpaba con ganas y dispuesto a ver la singular procesión.

La hermandad tiene preparado un extenso programa de actos de cara al 150 aniversario de la proclamación de la Victoria como «principal patrona de la Diócesis ante Dios». El patronazgo fue constituida mediante Breve de 12 de diciembre de 1867 siendo papa Pío IX, una fecha que se conmemorará con una misa estacional. No será la única celebración, pues la hermandad también quiere conmemorar el 75 aniversario de su coronación canónica que tuvo lugar el 8 de febrero de 1943, concedida por Breve fechado el 18 de agosto de 1940 bajo el pontificado de Pío XII.

Como broche final el 26 de mayo se ha organizado una Jornada Mariana en la que habrá magna procesión de las tallas marianas coronadas de la ciudad de Málaga en sus tronos procesionales.

Serán las imágenes de María Auxiliadora, la primera imagen en coronarse en Málaga en 1907, la Virgen de la Esperanza, la Virgen de los Dolores, la Virgen de la Trinidad, la Virgen de los Dolores del Puente, la Virgen de la Amargura (Zamarrilla), la Virgen del Carmen del Perchel, la Virgen del Rocío y la Virgen de la Soledad (Mena).

Previamente a la procesión, se quiere que el día antes estas imágenes queden expuestas en besamanos.