El Santísimo Cristo de la Crucifixión partió este viernes en unas sencillas andas, portadas por 26 hombres, a las 19.15 horas de la iglesia de San Julián para presidir el tradicional vía crucis de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga, que se celebra cada primer viernes de Cuaresma. Las andas han sido cedidas por la hermandad de las Penas y el exorno que la acompañó fue un sencillo centro de flores, puesto a sus pies. Cientos de malagueños esperaban en la calle Nosquera la salida del titular cristífero de la hermandad del Lunes Santo, que este año celebra además tres efemérides: los veinticinco años de la bendición de la imagen tras ser esculpida en los talleres del imaginero hispalense José Manuel Bonilla Cornejo y el mismo tiempo transcurrido desde la primera salida como cofradía agrupada y el ingreso en la entidad de San Julián. Además, el año pasado se conmemoró el cuarenta aniversario de su fundación. Luego, los espectadores sumaron miles a lo largo de las casi cinco horas de recorrido.

El Señor fue trasladado el jueves desde la parroquia del Buen Pastor, en El Ejido, hasta San Julián. En la tarde noche del primer viernes de Cuaresma se pudo oler ya incienso en la calle y algún que otro niño preguntó a su madre: «¿Dónde están los nazarenos?». Aún quedan más de 30 días para verlos, pero los cofrades calmaron ayer las ganas de Semana Santa con un aperitivo solemne. Más de cien hermanos de esta y otras cofradías portaban cirios y un conjunto músico-vocal especialista en música antigua interpretó un selecto repertorio de piezas austeras adecuadas al acto. En Nosquera, por ejemplo, interpretaron Vere languores, muy adecuada a la sencillez del vía crucis. El Señor iba precedido de ocho ciriales y de la Junta de Gobierno de la Agrupación, con Pablo Atencia a la cabeza. También acudió el pregonero, el periodista Santi Souvirón. El mayordomo y el capataz dirigieron con palabras precisas a los portadores del Señor de la Crucifixión, envuelto en incienso en una estampa muy plástica poco después de salir, en la calle Nosquera.

El sencillo desfile iba precedido de la cruz agrupacional y dos faroles. La hermandad ha estrenado un guion corporativo hecho por el taller de Felicitación Gaviero bajo un diseño de Antonio Rodríguez García; la barra y el remate son de la orfebrería Cristóbal Angulo.

El cortejo discurrió por Nosquera, Comedias, Santa Lucía, Granada, Santa María, Císter y llegó a la Catedral a las 20.30 horas. La vuelta fue a las 22.30 y el cortejo salió de la Catedral por el Patio de Naranjos para atravesar San Agustín, Granada, Beatas, Cárcer, Madre de Dios, Hinestrosa, Frailes, Cruz Verde, Los Negros y parroquia del Buen Pastor. Así, la imagen no volvió a San Julián, sino que lo hizo a su propio templo, en El Ejido, al que arribó en torno a la medianoche.

El Santísimo Cristo de la Crucifixión es obra del escultor e imaginero hispalense José Manuel Bonilla Cornejo y representa el momento del diálogo visual casi místico previo a la crucifixión de Dimas entre este y Jesús. El Señor no está vencido aún por la agonía. La imagen fue bendecida el 19 de septiembre de 1993, cumpliéndose así el objetivo que la hermandad tenía desde su fundación, en 1977, de incorporar su titular cristífero, tras hacer lo propio con la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad en 1983, obra, por cierto, de Ruiz Liébana.

El pasado año 2017 se conmemoraron las cuatro décadas de vida de la hermandad (fundada por Antonia Hernández, Nona, en el barrio Parque Victoria Eugenia.