Otra vez Málaga. Otra vez Jesús CautivoDe nuevo, una historia de amor y fe, de devoción. La mañana del Sábado de Pasión acogió el traslado de las imágenes de la cofradía trinitaria desde la iglesia de San Pablo hasta la casa hermandad y la Misa del Alba en la Explanada de la Trinidad. Hay varias noticias: la primera es que no llovió, aunque a las cinco de la mañana cayó un fuerte chaparrón que amainó a las seis menos cuarto, por lo que la Junta de Gobierno decidió hacer el traslado; la segunda es que el acto del Hospital Civil, que tradicionalmente se celebraba dentro de la verja del mismo, se ha hecho fuera por motivos de seguridad y para dar mayor agilidad al traslado, y ha sido un éxito organizativo para la hermandad y para la ciudad, porque miles de malagueños han podido seguirlo gracias a un eficaz vallado del perímetro en el que discurrían las maniobras del trono y por la fuerte presencia policial y personal de organización de la corporación nazarena. Eso sí, el frío y el viento acompañaron a las imágenes durante todo el traslado.

La misa comenzó a las siete de la mañana, con el Señor de Málaga y la Reina de la Trinidad ya en su trono de traslado asomados, bajo el dintel de San Pablo, a la Explanada de la Trinidad. Había miles de personas esperando ver amanecer junto al Señor. El obispo de la diócesis, Jesús Catalá, presidió la misa, cooficiada junto al vicario y varios sacerdotes, además del diácono, hasta contar siete. Catalá aprovechó la reciente restauración de Jesús Cautivo en el taller de Miñarro para hacer un necesario paralelismo en su homilía. A la imagen se le eliminaron dos barras de hierro puestas en sus piernas en los ochenta para asegurarlo en el trono de procesión para lanzar un mensaje a esas cofradías cuyos hermanos están divididos en dos bandos y, más que a preparar cultos y hacer profesión pública de fe, se dedican a pelearse. Así, los elementos extraños que a veces se introducen en las hermandades, a veces "deterioran la madera noble" y, por tanto, hay que extirparlos, eliminarlos.

Además de ser el año que se estrena la compleja restauración del Cautivo, se celebra el cincuenta aniversario de la Virgen de la Trinidad. Una vez concluida la misa, toda Málaga los esperaba en las calles del barrio en su recorrido al Civil. El cortejo, acompañado por la Banda de Música de la Trinidad Sinfónica, comenzó con la marcha "Alma de la Trinidad"; luego, "Jesús Cautivo" de Miguel Pérez y, para entrar en calle Jaboneros, "Coronación de la Trinidad", en una preciosa curva que ha sido culminada con mecidas dulces y acompasadas parando y avanzando cada cierto número de metros. También se le ha cantado una saeta.

El recorrido al Civil estuvo repleto de malagueños, que entregaban claveles y rosas a los miembros de la comisión exterior que rodeaban el trono y que, a su vez, las colocaban a los pies de las imágenes. Este año, la hermandad solicitó que no se les arrojaran los ramos desde la acera, debido a que la imagen del Señor está recién restaurada. Se respetó en buena parte esta medida, pero algunos no podían contener sus ganas de hacer su particular ofrenda a las imágenes. Aplausos, vivas, lágrimas y oraciones hasta llegar al centro sanitario.

Sábado de Pasión I El Cautivo y la Virgen de la Trinidad en el acto del Hospital Civil

Sábado de Pasión I El Cautivo y la Virgen de la Trinidad en el acto del Hospital Civil

Acto en el Hospital Civil

Una vez en la plaza, un enorme perímetro vallado permitió al público seguir el acto con los enfermos. En la escalinata de urgencias, un gran escenario y una pantalla (había otra en la Misa del Alba) para seguir los detalles. Alrededor de las vallas, y con una fuerte presencia policial y de hermanos de la cofradía para controlar el acceso, muchos malagueños. Antes, en la Avenida de Gálvez Ginachero se le habían cantado dos saetas. En el acto, han sido otras dos, interpretadas por Belén Ballesteros y Miguel Ángel Lara, ganador del concurso de la Trinitaria. Un año más, médicos y enfermeros se pusieron bajo los varales para mecer las imágenes. Así lo hicieron con las marchas "Madre Trinitaria" y "Jesús Cautivo". Más vivas y aplausos. Se han leído dos textos del Evangelio y se rezaron un Padre Nuestro y un Ave María, además de imponer el hermano mayor, Ignacio Castillo, las medallas a los enfermos, que estaban sobre el escenario y en torno a él, junto a otros sanitarios. La ceremonia se siguió con un gran silencio.

La Banda de Cornetas y Tambores de Jesús Cautivo sustituyó a la Sinfónica y, para salir del perímetro, aún a hombros los titulares de los sanitarios, se interpretó "Zalabarde", una marcha bellísima, y continuaron también en la plaza con "Nazareno de la Salud". La banda estrena "Ecce Dominus", que interpretan en la parte más especial de recorrido, en la calle de la Trinidad. También se viven momentos intensos junto a la casa hermandad del Santo Traslado. La delegada de Salud, Ana Isabel González, también hizo uso del martillo. Estaban presentes el alcalde, Francisco de la Torre; su portavoz, Carlos Conde; el líder del Grupo Municipal del PSOE, Daniel Pérez, y el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, entre otros. Un éxito de organización de la hermandad.

Van acompañadas las imágenes por la Banda de Música de la Trinidad Sinfónica. El trono ha salido con la marcha 'Alma de la Trinidad'; justo después se ha interpretado "Jesús Cautivo" de Miguel Pérez y para dar la curva hacia Jaboneros, llena de gente, 'Coronación de la Trinidad', una maniobra muy bien ejecutada meciendo los hombres de trono al ritmo de la música y avanzando después tramos cortos para volver a mecer.

Sólo el fuerte viento (se prevén rachas de hasta 70 kilómetros) ha deslucido en algún momento concreto momentos el cortejo, y en la calle, precisamente por el frío, el aire y la lluvia, se ha notado menos gente que otros años, aunque la presencia ha sido masiva y se cuenta por miles. La vuelta, que se produjo por el barrio de la Trinidad, concluyó con la llegada a la casa hermandad pasadas las 13.00 horas.