Diferente. Distinta. La Virgen del Carmen se presentó en la Magna Victoria con una imagen diferente. Por primera vez bajo palio con el trono de la Reina de los Cielos. No eran pocas las personas que preguntaban a su paso qué trono era. El resultado causaba cierta extrañeza por la costumbre de verla bajo el cielo. No era mala, simplemente necesitabas mirar dos veces para hacerse una idea. La ráfaga sí que quizás hacía más pequeño el trono. El manto blanco, prestado por la Virgen de la Victoria de Archidona, le caía de forma espectacular. Parecía hecho para ella.

La salida desde la casa hermandad de la Misericordia, con la caída de la tarde y la iglesia del Carmen de fondo fue uno de los momentos de esta Magna Victoria. La llegada al recorrido oficial se hizo con mucho público ya. Sillas llenas y mucha gente para verla. La Cortina del Muelle se hizo con su marcha ´Carmen Coronada´, interpretada por la banda del Carmen, de Salteras.

Los portadores no extrañaron el nuevo trono, al menos no aparentemente, ya que fue llevado con gusto y suavidad en todo el recorrido, con el cambio de turno en la plaza de la Aduana.

El cortejo que acompañó a la Virgen del Carmen contaba con una gran cantidad de niños, algo que muestra que esta devoción sigue calando en los jóvenes de El Perchel.