La fórmula de la felicidad consiste en rodearse de amigos y familiares, de manera que no está fuera ni tampoco en lo material, sino en el cerebro y en la química personal. Así lo ha declarado la catedrática de Fisiología de la Universidad de Sevilla Rosario Pásaro en el curso de verano "La búsqueda de la felicidad. Cómo genera el cerebro placeres y emociones", que ha comenzado hoy en el municipio malagueño de Ronda a través de la Universidad de Málaga.

La ponente ha especificado dos tipos de felicidades; por un lado, el placer, que ha calificado como "puntual" y, por otro, la felicidad duradera, que consiste en "tener una vida plena" y que se consigue con una vida que tenga sentido, tener contactos con los demás y "dejar huella".

Respecto a los estudios actuales, Pásaro ha mencionado que se pueden conocer las áreas del cerebro que se activan con los sentimientos positivos y negativos, ya que "hoy día es posible estudiar el cerebro en acción".

Con motivo de la victoria de España en el Mundial de Sudáfrica, que ha reunido a todos los ciudadanos, ha explicado que "nuestra tribu ha vencido a otra tribu, en este caso la holandesa".

"Se ha hecho un sentimiento común de felicidad, ya que socialmente nos hemos integrado unos con otros y todo ello da lugar a un estado eufórico", ha sentenciado Rosario Pásaro.

La ponente ha finalizado con que "si das felicidad, la recibes; una fórmula que no falla, dado que las personas más felices son aquellas que dan más".

Por su parte, la profesora de Fisiología de la Universidad de Sevilla Susana Pilar Gaytán ha definido la felicidad como una "necesidad básica" para el ser humano, que está diseñado para ser feliz e incluso para evitar dejar de serlo y apaciguar el dolor cuando lo percibimos en los demás.

En la jornada de hoy se ha referido también a las estructuras cerebrales que generan los pensamientos y que "hacen sentirnos felices", y además ha apuntado herramientas que se encuentran en el cerebro para conseguir ese objetivo.

La ponente ha resaltado que hay problemas físicos en las conexiones cerebrales que hacen que "se sientan infelices" y es lo que se conoce como "la patología de la infelicidad".

"El resto puede ser más conductual" y está en relación con las formas de gestionar el estrés, "y se puede trabajar más porque, si se establecen pautas de conductas adecuadas, se puede ser más feliz".