La Asamblea Nacional francesa aprobó ayer en primera lectura, por una amplísima mayoría de 335 votos a favor y 1 en contra, el proyecto de ley que prohíbe el uso del velo integral, como el burka o el niqab, en cualquier espacio público. Francia se convierte así en el segundo país, tras Bélgica, en avalar el veto.

El texto salió adelante con los votos de los diputados de la mayoría conservadora de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), del Nuevo Centro (NC), y de veinte representantes de la izquierda, mientras que la mayoría de los socialistas, comunistas y Verdes decidieron boicotear la votación.

Por parte de los socialistas, el diputado Jean Glavany, incidió en que su grupo no ha optado por la abstención sino por no participar en el voto. La razón está, dijo, en que aunque comparten con la mayoría conservadora que ciertas prácticas integristas son incompatibles con los valores de la República y que el objetivo debe ser impedirlas e incluso prohibirlas, no están de acuerdo con el «riesgo jurídico» que plantea este texto.

Es un riesgo del que alertó, en dos ocasiones, el Consejo de Estado, un órgano de carácter consultivo, según el cual una prohibición legislativa de este tipo de prendas puede ser inconstitucional. Glavany advirtió que «sería un regalo inestimable para los integristas» si finalmente se declara inconstitucional. Lo que aplaudió Glavany, al igual que el resto de su grupo, es la iniciativa que durante el debate anunció la UMP en el sentido de que pedirá la opinión al Consejo Constitucional.

Cumplimiento

Se trata del máximo organismo garante de la Constitución en Francia, que está integrado por nueve miembros o sabios, entre ellos los ex presidentes Jacques Chirac y Valery Giscard d'Estaing, y cuyas decisiones son vinculantes o de obligado cumplimiento.

A la espera de su dictamen, la diputada de la UMP Bérengére Poletti justificó su voto a favor de la ley argumentando que los velos como el burka «son una prisión para las mujeres». La parlamentaria incidió además en que este proyecto legislativo «no estigmatiza al Islam», tal y como argumentan algunos de sus compañeros de la oposición, porque «la inmensa mayoría de los musulmanes rechazan el burka». Es más, agregó, condenar el velo integral ayuda a luchar contra la islamofobia.

Antes de cerrar la sesión extraordinaria en la que se votó el texto, tomó la palabra la ministra de Justicia, Michèlle Alliot-Marie, que fue la encargada de defender el proyecto legislativo ante la Asamblea, y lo hizo para subrayar que el voto de hoy representa un doble éxito: un éxito de la democracia y un éxito de la República «y de los valores que encarna».