El saber cocinar ya no tiene secretos. Gracias a internet está al alcance de todos un sinfín de recetas, pero existen pocos sitios en la red en los que todo un profesional de los fogones comparta sus platos, secretos y solucione las dudas que puedan tener los internautas. Éste es el caso de José Maldonado, que a través de su blog, www.pepekitchen.com, cuelga todos los días recetas para todo tipo de personas, aunque sus conocimientos sobre los fogones y la vitro sean reducidos.

La experiencia culinaria de Maldonado comenzó en la cocina de su madre y de su abuela, momento, según explica, en el que «los olores y sabores de la cocina malagueña» entraban en él. No obstante, tras perder su trabajo y viajar durante un tiempo, decidió reengancharse a los fogones «un poco tarde», según reconoce. Tras formarse exhaustivamente en el plano culinario, decidió lanzarse a la piscina e impartir él mismo clases de cocina, a través de cursos de Garantía Social de Alhaurín El Grande y también espolvoreando sus conocimientos en Ciomijas. De ahí, a ser editor en Directo al Paladar, uno de los más leídos blogs gastronómicos en lengua española.

Maldonado ahora da clases en la cocina de su propia casa, diseñada por él mismo. Un lugar en el que el ambiente es «lúdico» y más «íntimo», ya que como máximo pueden asistir diez personas, que «se lo pasan muy bien y aprenden», que es lo importante. Durante cuatro o cinco horas los alumnos son los encargados de cocinar los platos sobre los que trate cada curso. Después de terminar de preparar la comida, «no salimos con hambre», dice Maldonado, porque aprovechan y comen los platos que han preparado.

En los cursos que imparte el cocinero, cuyo precio oscila entre los 30 y 40 euros, sus alumnos «lo hacen todo», no como en el «noventa por ciento de los cursos que son de demostración», en los que los asistentes no lían ni el sushi.

Hasta el momento, el curso de cocina japonesa es el que mejor recibimiento ha tenido. El exotismo tiene su explicación: el boom de restaurantes orientales en nuestra provincia, que han modificado nuestros paladares y apetencias. Pero no sólo de arroz vive el hombre: Maldonado también enseña cómo modernizar platos tradicionales, de toda la vida.

La base

El amor a la cocina es lo fundamental para adentrarse en el mundo de los fogones, ya que «si te gusta, aprendes y sacas tiempo», dice el malagueño. El chef reconoce que en el arte culinario «todo se aprende» porque «todo es técnica». No obstante, la inspiración juega un papel fundamental: «Es como el pintor que requiere de un toque de creatividad». El cocinero tranquiliza a todos los que quieren aprender a llevarse bien con la gastronomía: «Es fácil», dice, antes de reconocer que lo verdaderamente complicado es llegar a ese grado de creatividad al alcance de unos pocos agraciados.

Siempre hay que preguntar. Aunque para el cocinero el pescado es primordial, admite que no se le da muy bien prepararlo, por lo que no duda en acudir a su padre, un pescador jubilado y que es «todo un maestro» a la hora de cocinar este tipo de platos.

Ingredientes

Todo aquel que quiera descubrir el casi infinito universo culinario debe tener en su cocina ciertos ingredientes básicos que darán lugar a un gran abanico de platos. Así, por ejemplo, en la nevera o en la despensa de cualquier casa no deben faltar las legumbres, que se están perdiendo lamentablemente en nuestra dieta, pero que pueden resolver la comida de todo un mes y que son la base de la cocina mediterránea.

También las hierbas aromáticas también juegan un papel fundamental en el arte de la cocina; de hecho, José Maldonado tiene en su propio jardín muchas especias. «Un lujo», afirma, que no todo el mundo puede alcanzar, pero lo que sí son asequibles son las macetas de perejil o de hierbabuena. Los grandes restaurantes disponen de su propio jardín, lo que les garantiza la absoluta frescura en sus platos.

Sus viajes a distintos países le han acercado a los platos y esencias propios de esos lugares. Durante su visita a Tailandia, aprovechó para hacer un curso impartido por el mismo hotel en el que se alojaba. Además, se adentró, junto con otros alumnos, en el mercado del país, donde conoció frutas y verduras muy extrañas y desconocidas para él, pero primordiales en la cocina asiática. Y, dice, probó los mejores tallarines. Ahora Maldonado comparte todas estas experiencias y secretos en su blog.