El receptor del primer trasplante total de cara del mundo se reconoce en su nuevo rostro, fruto de una intensa operación el 20 de marzo en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona que empleó a una treintena de profesionales, como ha destacado la hermana del joven Óscar en su comparecencia ante los medios.

Después de que el paciente agradeciera, con visibles dificultades, la tarea del equipo multidisciplinar, liderado por el jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados del Vall d'Hebron, Joan Pere Barret, y a la familia del donante de cara por el acto altruista, su hermana ha manifestado que el joven se siente "muy contento y feliz porque hoy comienza una vida nueva, como la que tenía antes".

Sobre el nuevo aspecto de su hermano, que recibió el trasplante tras varias cirugías, la joven ha sentenciado: "Desde el primer momento lo hemos reconocido, porque tiene rasgos como los anteriores".

"Y él también se reconoció ante el espejo", ha añadido la hermana del receptor, que junto al equipo del hospital han pedido respeto por la intimidad del paciente a su salida del centro, y también han agradecido que no haya trascendido su identidad.

Pasear por la calle sin ser observado por los transeúntes, sentarse a comer en la mesa junto a toda su familia y salir a pescar y a cazar son los principales anhelos del paciente, que este lunes se ha mostrado cómodo y tranquilo ante la prensa.

Óscar puede beber líquidos, sigue una dieta triturada basada en purés y empezó a hablar dos meses después de la operación, que duró hasta 22 horas. Los 11 anteriores trasplantes de cara --Francia, Sevilla, Valencia, EE.UU. y China-- habían sido parciales.