El cambio climático provocará un aumento de hasta en seis grados de las temperaturas máximas de la Península Ibérica para finales de este siglo y confirmará la tendencia hacia una reducción de las precipitaciones, según se desprende de las nuevas proyecciones regionalizadas del calentamiento global, elaboradas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Así, se trata de la segunda fase de actualización de escenarios regionalizados mediante nuevos datos procedentes de los modelos globales, que constituyen la base del IV Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre cambio climático (IPCC, por sus siglas en inglés), aprobado en Valencia en 2007.

Concretamente, las proyecciones de temperatura muestran un aumento, que será más acusado en las máximas. Para la zona de España peninsular, el 90 por ciento de las proyecciones obtenidas muestran un incremento de la temperatura máxima para el período 2071-2100 entre tres y seis grados centígrados, respecto a los valores de referencia (1961-1990).

Mientras, para la temperatura mínima este incremento está comprendido entre los dos y los cinco grados centígrados, un aumento que será ligeramente inferior en la comunidad balear, especialmente en los valores máximos, como consecuencia del efecto amortiguador de los océanos, según apunta la AEMET. Por otro lado, las proyecciones para la precipitación muestran una mayor dispersión de resultados, según indica el informe de AEMET, aunque durante la primera mitad de siglo no existe una tendencia significativa en la precipitación de la España Peninsular, sí existe a la reducción de la misma en la segunda mitad del siglo XXI. Para el último decenio de este siglo, las precipitaciones medias de España podrían situarse en una horquilla de entre el 15% y el 30% respecto a la precipitación del periodo 1961-1990.

Sevilla será como Arizona.

Los escenarios climáticos regionales constituyen uno de los puntos de partida para valorar los impactos, la vulnerabilidad, y las necesidades futuras de adaptación frente al cambio climático. A juicio de la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, que ayer presentó el informe en compañía del presidente de AEMET, Ricardo García, todos estos resultados «confirman los obtenidos previamente».

Por su parte, García señaló que «los días serán más calurosos y las noches no tan frías», y que con el cambio climático los inviernos serán «más cálidos» hasta con un «descenso de un 20 % de las precipitaciones». «Si las temperaturas crecen hasta en seis grados, nuestros nietos vivirán que el clima de Sevilla será similar al de Tucson (Arizona, EEUU), donde hay un desierto; Madrid podría convertirse en Sevilla y el clima de Pamplona en el madrileño».