Javier Hidalgo (Salamanca, 1972) es el actual director general de Globalia, conglomerado de empresas en las que se cuentan Air Europa, Halcón Viajes, Travelplan, Be Live y Groundforce, es además presidente de Globasol y del grupo que incluye Pepecar, Pepehone y Pepetravel. Licenciado en Empresariales por la Universidad de Pepperdine, en Los Ángeles y con un máster en administración en la de Berkeley, San Francisco, habla en exclusiva para Diario de Ibiza.

¿En qué radica el éxito de una compañía independiente como la suya?

El éxito de Air Europa es haber mantenido un crecimiento sostenido todos los años, no hemos buscado un crecimiento exponencial como Vueling, Easyjet o Ryanair, que han tenido un crecimiento muy grande porque han obtenido liquidez.

¿Entiende las ventajas con que cuentan las low cost?

Son compañías subvencionadas por el gobierno, algo que no entiendo porque a las compañías españolas no nos dan nada. Llevamos muchos años pagando nuestros impuestos y las tasas aeroportuarias y que luego lleguen Ryanair o Easyjet y les den todo tipo de ventajas, realmente me sorprende y me indigna porque si yo voy a Francia o a Inglaterra a meter mis aviones no me dejan.

El fenómeno de Internet parecía que iba a acabar con las agencias de viaje. ¿El cliente prefiere aún usar este servicio cuando quiere hacer un viaje importante?

Para comprar un viaje importante, la gente quiere tener una persona que le aconseje y le responda si tiene un problema. La venta en Internet, en su mayoría, es de billetes de avión y hotel, exceptuando alguno que se monta su propio viaje.

¿El mundo se ha hecho más pequeño con la facilidad de viajar?

Se ha hecho más grande, hasta hace sólo quince años los españoles iban a Canarias o Balears, ahora se ha democratizado el viaje y todo el mundo tiene la oportunidad de hacerlo. Se han abierto las puertas del mundo, pero depende de dónde viajes. Si quieres ir a Bali es caro, pero Santa Domingo, no.

¿Los grandes aviones de transporte de pasajeros son una solución posible a la masificación de los viajes?

Son aviones buenos para mercados con mucho tráfico como los asiáticos o líneas como París-Nueva York. Son perfectamente amortizables porque un avión, cuanto más grande es, más rentable es si lo llenas. El coste por asiento es más barato si tienes mercado para llenarlo.

¿Serán una revolución?

Hemos apostado por el Boeing 787, que llegará en el 2014. Es un avión que va a revolucionar el sector aéreo ya que tiene unos costes de operación de un veinte por ciento menos que un Airbus 330 actual. La cabina y el confort de los pasajeros será una auténtica revolución. Tiene el mismo tamaño que un avión de ahora, pero lleva materiales mucho más ligeros, la forma de las alas es distinta y su tecnología permite un consumo menor de combustible. El coste de mantenimiento es muy inferior por la mayor resistencia de los materiales. Es el avión del futuro.

¿Por qué nadie ha querido comprar Viajes Marsans?

Porque es una compañía totalmente descapitalizada, con deudas de casi 300 millones de euros, que se sepa, y es absolutamente imposible darle la vuelta a esos números con una agencia de viajes.

¿Cómo combina usted el trabajo de un ejecutivo con la diversión?

Aunque no lo parezca, yo trabajo. Quizás por mi forma de ser, de vestir y de actuar da la sensación de que me divierto más de lo que lo hago en realidad. Confío mucho en los ejecutivos que tengo y estoy todo el día pendiente de cómo van las cosas en las empresas.

¿Pasa mucho tiempo en la oficina?

Precisamente, compagino muy bien el trabajo con la diversión porque no soy de esas personas a las que les gusta hacer bulto en la oficina. Allí trabajo duro y de verdad. Soy pragmático y directo, no me ando con rodeos. No me gusta estar encima de la gente con la que trabajo y hasta ahora no me ha ido tan mal. Quizá no haya acertado en algún negocio, pero eso le pasa a todo el mundo.

¿Ser tan mediático le ayuda en sus negocios?

No me considero una persona mediática, lo soy por las amistades que tengo. Me ha ido bien para conocer personajes con los que luego he trabado amistad e incluso buenas acciones de marketing de forma más sencilla, como en al caso de Messi o, ahora, Dani Martín.

¿Por qué parece que le gustan tanto las modelos?

Tengo una agencia de modelos y coincidimos. Sinceramente, no busco nada serio todavía. He tenido novias que no han sido modelos. Me fascinan otras cosas de las mujeres, no sólo la belleza exterior.

¿Va para soltero de oro?

Creo que voy para soltero de platino, casi. [Risas]