Hace 42 años, en la madrugada del 28 de junio, Greenwich Village, Nueva York, fue el comienzo de un hecho sin precedentes, el asedio policial contra el bar Stonewall Inn, un local de ambiente; el acoso terminó con violentas manifestaciones por parte del colectivo LGTB (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales), respuesta que dio origen a lo que hoy conocemos como el Día del Orgullo Gay. Esta semana, todo el planeta se une bajo la bandera del arcoiris en actos algunos más reivindicativos, otros más lúdicos, con pancartas pero también con carrozas, música y desfile de tangas. ¿Y en Málaga?

Aunque muchos han organizado caravanas para ir a festejar el Orgullo en Sevilla, muchos se han quedado en nuestra ciudad. Ayer, por segundo año consecutivo, no hubo carrozas ni desfiles en Málaga; se ha optado por la vía reivindicativa, menos lúdica, de los derechos de la comunidad LGTB. La Opinión ha hablado con los representantes de algunas de las asociaciones que participan en esta lucha con mucho por hacer.

Partido

El GLBTH-TSI es el único partido político LGTB estatal que incluye heterosexuales en sus filas. Para Conchi Sanroma Ortega, presidenta de la formación de Andalucía y Málaga, una fiesta por sí misma no sirve. «Sabemos que hay autocares que saldrán de Málaga a Sevilla, pero eso no sale gratis, se paga con dinero público. Yo pediría a todos los políticos que apoyan esa iniciativa que si reivindicamos la visibilidad que comiencen en sus propias localidades. Nosotros no vamos a apoyar un día que es más festivo que manifestativo. A todos nos gusta una fiesta pero si nos quedamos en eso, lo único que hacemos es que la gente saque una opinión equivocada del colectivo. Y hay que decir que ya hay una gran mayoría dentro del colectivo que no apoya ni está de acuerdo con ese tipo de espectáculos».

Dice Sanroma que este tipo de jornadas son necesarias: «Celebramos nuestro día, como el de la mujer o el del trabajador». Y más necesarias todavía teniendo en cuenta la ingente tarea por hacer: «Hay muchas tareas pendientes: aún hay mucha homofobia en los colegios, hay que lograr una mayor prevención del VIH ya que, por desgracia, según las últimas estadísticas, se está registrando un aumento de las infecciones; también necesitamos que las administraciones se impliquen más directamente, no sólo dando subvenciones a las asociaciones y saliendo en la foto... Lo primordial es que los miembros del colectivo LGTB podamos ser ciudadanos de primera, y que podamos ejercer nuestros derechos de forma perpetua». Y pone un ejemplo: «Ahora mismo estamos amenazados en el caso del matrimonio homosexual: no podemos estar pendientes de que si entra otro partido en el gobierno, ese derecho pueda ser quitado». ¿Cómo lograrlo? Conchi lo tiene claro: «Si nosotros y todas las asociaciones nos uniéramos muchas cosas ya se habrían conseguido».

En la misma tónica se expresa Santiago Rubio, presidente de la asociación Colega Málaga. «Nosotros conmemoramos los hechos acontecidos en Stonewall, algo que no tenía nada que ver con carrozas ni tangas. ¿Es nuestra marcha austera? Seguramente, pero la celebración no necesita nada más; sólo recordar que aunque aquí hayamos conseguido mucho, en otros países siguen encarcelándonos y matándonos».

También Rubio sostiene que aún hay mucho camino por andar: «Tenemos que trasladar a la sociedad lo que se ha conseguido a través del papel, hay que decir a la sociedad que el hecho de tener una orientación sexual diferente no nos hace diferentes; tenemos que hacer mucha concienciación social a pie de calle».

Desde otra perspectiva, donde convergen la fiesta y la reivindicación, Teresa Pineda Sánchez-Garrido, presidenta de la asociación Ojalá, nos comenta: «El día del Orgullo LGTB debe ser y es esencialmente reivindicativo, lo cual no impide que también se celebre de forma festiva, pues se trata de reivindicar con orgullo, alegría y sin miedos la diversidad afectivo-sexual». Y recuerda que en nuestra ciudad también habrá una fiesta, el martes, en los Baños del Carmen: «Allí daremos premios y contrapremios, reflexionaremos sobre el movimiento y la situación del colectivo este último año en la provincia y terminaremos con un concierto».

Pineda espera que llegue el día en que no sea necesario reivindicar la igualdad del LGTB, «pero aún no lo ha hecho». Si bien es cierto que se han logrado muchos avances en cuanto a derechos, queda travesía. Y, sin duda, estas organizaciones y muchas más no nombradas aquí trabajan todos los días para crear la normalización y la visibilidad de lo que hasta hace no tanto era, lamentablemente, invisible.