La peligrosa cercanía de basura espacial, que finalmente pasó a apenas 250 metros de la Estación Espacial Internacional (EEI), obligó hoy a sus seis tripulantes a evacuar la plataforma y buscar refugio en las naves Soyuz acopladas a ella.

La emergencia se declaró sobre las 16.00 hora de Moscú (12.00 GMT), cuando los radares detectaron basura espacial de origen desconocido que se acercaba a la plataforma orbital, dijo una fuente del sector aeroespacial ruso citada por la agencia Interfax.

"La basura espacial fue detectada muy tarde y no dio tiempo a que la estación hiciera una maniobra para eludirla", agregó.

A los tripulantes de la EEI, que integran la vigésimo octava misión permanente, se les ordenó refugiarse en las dos naves Soyuz que se encuentran amarradas a la plataforma orbital y que son utilizadas por los cosmonautas para regresar a la Tierra.

Los cosmonautas rusos Alexandr Samokutiáyev y Serguéi Vólkov y el astronauta de la NASA Ronald Garan subieron a bordo de la Soyuz TMA-21, mientras que el ruso Andréi Borisenko, el estadounidense Michael Fossum y el japonés Satosi Furukawa se refugiaron en la Soyuz TMA-02M, precisó la fuente.

La basura espacial que causó la situación de emergencia pasó, según datos preliminares, a unos 250 metros de la Estación Espacial Internacional, tras lo cual se autorizó a los tripulantes a volver a la plataforma.

La presencia en órbita terrestre de abundantes desechos de satélites y partes de cohetes, conocidos como basura espacial, así como el paso de meteoritos, obliga con relativa frecuencia a corregir la órbita de la plataforma para evitar colisiones.

El 2 de abril pasado, la altura media de la órbita de la Estación tuvo que ser elevada en 800 metros con ayuda de los propulsores del carguero europeo "Johannes Kepler", a fin de evitar un choque con fragmentos del satélite ruso "Cosmos-2251".

Pero la de hoy es la segunda vez en poco más de dos años que los tripulantes de la EEI se ven obligados a evacuar el laboratorio espacial.

El 12 de marzo de 2009 los astronautas estadounidenses Michael Fincke y Sandra Magnus y el ruso Yuri Lonchakov tuvieron que refugiarse durante 10 minutos en la nave Soyuz que se hallaba acoplada a la plataforma.

Según informó la NASA, la agencia espacial estadounidense, los restos del satélite fueron detectados cuando ya era tarde para llevar a cabo una maniobra de desvío, por lo que se recomendó a los tres tripulantes evacuar la estación, refugiarse en la nave rusa y cerrar las compuertas.

La medida, explicó entonces la NASA, dio una mayor protección a los tripulantes y les habría permitido partir rápidamente de la EEI en el "caso poco probable" de que los desechos hubieran impactado en la estación y hubieran causado una pérdida de presión.

La Estación Espacial Internacional es un proyecto en el que participan 16 países, con un coste total de 100.000 millones de dólares, que arrancó en 1998 y que debe quedar completado el próximo año.

El ingenio -con una masa de cerca de medio millón de toneladas, 59 metros de largo y 104 de ancho- vuela a una velocidad media de 7,7 metros por segundo y da una vuelta a la Tierra cada 91 minutos a una altura de cerca de 350 kilómetros.

Se espera que la EEI, que como muchos otros satélites artificiales puede ser observada desde la Tierra a simple vista, permanezca en funcionamiento hasta 2020, aunque su plazo de vida útil puede ser extendido otros ocho años.