Varios centenares de personas acudieron hoy, exactamente 100 años después del hundimiento del Titanic, al cementerio Fairview Lawn de Halifax (Canadá) para rendir tributo a las víctimas del naufragio que están enterradas en el camposanto.

Durante el acto, 121 niños, estudiantes y cadetes de la Marina y Fuerza Aérea canadiense depositaron rosas en el mismo número de tumbas de las víctimas del naufragio que existen en Fairview Lawn, más que en ningún otro cementerio del mundo.

En la ceremonia, a la que asistió el ministro de Defensa de Canadá, Peter MacKay, en representación del Gobierno canadiense, se rindió un emotivo homenaje a los tripulantes de los barcos canadienses que tuvieron la difícil tarea de recuperar en alta mar los cadáveres de los fallecidos.

El Titanic se hundió frente a las costas canadienses en la madrugada del 15 de abril de 1912 después de chocar contra un iceberg.

De los más de 2.200 ocupantes del navío, sólo 710 se salvaron al ocupar los escasos botes salvavidas del Titanic, que la compañía naviera White Star Line había publicitado como "insumergible".

El resto se ahogó en el interior del transatlántico o murió de hipotermia en las gélidas aguas del Atlántico Norte.

Halifax se convirtió en el centro de los esfuerzos de recuperación e identificación de los cadáveres del desastre, una macabra tarea que marcó a muchos de los marineros que participaron en las tareas.

Ayqer, miles de habitantes de la ciudad canadiense junto con turistas llegados de todo el mundo participaron en una procesión nocturna y un espectáculo audiovisual que narró la historia del transatlántico, sus pasajeros y trabajadores.