El 7% de los niños españoles y entre un 4% y un 5% de la población adulta sufre algún tipo de alergia alimentaria, unos datos en revisión debido a que la incidencia de esta patología va en aumento. La presidenta de la Sociedad de Madrid-Castilla La Mancha de Alergología e Inmunología Clínica, Mercedes Cimarra, subraya que la alergia, en general, y la alimentaria, en particular, es la enfermedad del siglo XXI.

Sobre el por qué hay distintas teorías, pero parece que los hábitos de vida, el exceso de higiene, la disminución de las infecciones o la contaminación son factores que influyen. Cuando esta alergóloga del Hospital Clínico de San Carlos de Madrid se empezó a formar en la especialidad hace 30 años sólo se atendían casos de niños.

«Ahora son muchos más y con alergia a más tipos de alimentos y también adultos, no sólo aquellos que arrastran la enfermedad desde la infancia sino que han debutado ya de mayores». Además, la incidencia es mayor en el llamado mundo desarrollado.

«Se ve mucho en los inmigrantes, no son alérgicos en sus países de origen y cuando llevan dos años viviendo en España la desarrollan», señala Cimarra. Pero no todas las reacciones adversas a alimentos son siempre alérgicas.

En la alergia interviene el sistema inmunológico y son suficientes pequeñas cantidades del alimento para producir los síntomas, que van desde picores, urticaria y edema de labios o párpados hasta otros más graves como el shock anafiláctico que puede llevar a la muerte. Las reacciones severas no son tan raras. «Están a la orden del día y son causa frecuente de visita a las urgencias de los hospitales y de actuaciones de los servicios de emergencia», señala Cimarra.

Por el contrario, en las intolerancias alimentarias no está involucrado el sistema inmune, sino que se producen por la pérdida de una enzima intestinal encargada de digerir un determinado componente de un alimento. Y sus repercusiones son menores.

«Que la gente no hable alegremente cuando dice que tiene una alergia a la lactosa. A la lactosa no se tiene alergia, se tiene intolerancia», precisa la doctora Isabel Higuera, de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid. Leche, huevos, pescados, mariscos, frutas, verduras y frutos secos son los alimentos más alergénicos. Dentro de los pescados los que producen más alergia son los azules; en la frutas, el melocotón; y en los frutos secos, el cacahuete, la avellana y la nuez. El prototipo de marisco más alergénico es la gamba y en el grupo de las verduras, cada vez se están detectando más casos de reacciones graves a causa de la lechuga.

Pero no se tiene alergia a los alimentos, sino a unas determinadas proteínas que se encuentran en ellos y que pueden estar presentes en distintos productos. Por ejemplo, el látex, el plátano y la castaña tienen un epítopo muy parecido. Por ello, es bastante frecuente ser alérgico a varios alimentos a la vez. Es muy común que los niños lo sean al huevo y a la leche y a veces se da el caso de adultos que son alérgicos a alimentos de origen vegetal que tienen también sensibilidad al polen.