¿Hoy en día tenemos menos entusiasmo en el trabajo que hace unos años o ésta es una actitud que no cambia con el tiempo?

El entorno que nos rodea hoy en día hace que tendamos más al desánimo. Estamos en un país que se está hundiendo y en manos de unos dirigentes inútiles, ineptos y, en algunos casos, maleantes. No se ve la luz al final del túnel y eso hace que hayamos pasado de vivir en una situación de incertidumbre a una de angustia.

¿Cuál es el origen de esta angustia y desánimo?

Mucha gente vive angustiada por la inestabilidad laboral que padecemos, entre otros factores. Esa angustia se traduce en desánimo y cuando se pierde el ánimo se ha perdido todo, ya no te queda nada, porque dejas de luchar y de ser creativo porque ya no tienes ilusiones ni piensas en qué puedes hacer. Por eso hay que trabajar en cómo mantener el ánimo con la que está cayendo, o más bien con la que están haciendo caer otros.

¿En qué consisten los puntos?

Hace falta trabajar tres ámbitos para mantener el ánimo: lo primero es saber que en la vida lo más importante tiene que ser lo más importante. Cuando uno vive sabiendo que lo importante está en su sitio y que le dedica el tiempo que ello merece, deja atrás la amargura y el desequilibrio. En segundo lugar, hay que dejar de llorar y ponerse a luchar. Hay que ser conscientes de que hay cosas que controlamos y otras que no, y debemos aprender a convivir con ellas. Por último, hay que mantenerse alegre porque sigue habiendo motivos para estarlo. Existen dramas como que se te haya muerto alguien, tener una enfermedad incurable o estar sin trabajo con una familia que mantener. Pero la gente que está al margen de esos casos tiene que estar agradecida. Hay que valorar lo que se tiene y no dar por hecho que es lo normal solo porque estemos acostumbrados a que las cosas sean de una determinada manera en nuestras vidas.

¿Cuál es el principal obstáculo que impide a la sociedad actual ser más positiva?

Somos un país de llorones donde todo el mundo se queja y la culpa siempre es de otro, pero hay muchas cosas que están en nuestras manos y que no las estamos haciendo porque dedicamos el tiempo a quejarnos. Por otro lado, estamos tan preocupados del terreno profesional que para la vida personal no tenemos tiempo y ya no disfrutamos del resto de cosas de la vida. Pero la clave no está en trabajar más sino en ser más feliz con los amigos y la familia. Hay que centrarse en las cosas fantásticas no en los problemas.

¿Cómo se puede ayudar a la gente que le cuesta contagiarse de ese espíritu optimista?

Pues animándoles a trabajar y a que se enfrenten a lo que consideran que es un problema o algo negativo para ellos. Hay otra gente que tiene predisposición y facilidad para sacar el lado positivo a las cosas y el mérito está en ponerse a hacerlas. Lo que pasa que buscamos soluciones rápidas a los problemas, como si con una pastillita se fuera a solucionar todo y lo que hay es que dedicar tiempo y esfuerzo a lo que queremos superar.

¿Porqué potenciar esta actitud de motivación puede ayudar en lo personal y lo profesional?

Una persona vale lo que valen sus conocimientos y habilidades multiplicados por la actitud que tiene. Tener una actitud positiva hace que aumente el valor de esas habilidades y es lo que provoca que alguien pueda ser mejor. Cuando se pierde el ánimo, se pierde esa actitud y perdemos nuestro valor.

Hay personas que se mantienen en su trabajo a disgusto ante la falta de alternativas profesionales ¿Cómo deberían enfrentarse a la realidad?

Hay dos opciones: elegir ser feliz o un desgraciado, y esto no siempre depende del entorno. O le ves el encanto a lo que te dedicas o te amargas toda la vida, aunque también es verdad que las empresas se aprovechan de la coyuntura en la que estamos para presionar más a los trabajadores.

¿Qué se puede hacer ante esos casos?

El entorno influye y mucho y si tienes algo que te perjudica constantemente tienes que buscar una solución. Si tienes un sueldo que no te permite vivir con cierta dignidad, la primera prioridad será mejorarlo. Lo básico ha de estar cubierto y a partir de ahí, si tienes salud, llegas con dignidad a fin de mes... Muchas veces nos quejamos sin motivo.

¿Qué actitud puede favorecer de manera positiva tanto a empresas como a trabajadores?

El ser amables. Si eres amable con todo el mundo te vuelves más alegre porque es una actitud que te hace sentir bien. No estamos acostumbrados y desconfiamos ante cualquier gesto de amabilidad procedente de un extraño y eso es algo que debería mejorar.costó fue pensar que no jugaría más al fútbol. Cuando dejas el colegio con 14 años y entras en un hospital los profesores pasan a ser los médicos y los enfermeros, los celadores y las señoras de la limpieza.

¿Las empresas invierten en motivar?

Las empresas solo miran el corto plazo y ahí no entra la inversión en motivación, por eso hay tan pocas compañías que realmente tienen en cuenta este aspecto. No obstante, sí que existen algunas que lo fomentan, como es el caso de Nestlé, que cuida a su personal de una manera increíble aun siendo una empresa internacional. Nadie se va de Nestlé porque su trato es espectacular.

¿Cómo se puede contagiar el entusiasmo a las personas que no tienen trabajo y están atravesando una dura situación?

Cuando uno no tiene trabajo, lo primero que se pierde es la autoestima y entonces no tienes ganas de hacer nada. Tienes todo el derecho a estar desanimado, pero hay que ser consciente de que es una actitud que se transmite y si vas así a una entrevista, seguramente, no te seleccionarán. Cuando uno está hundido no tiene ganas de hacer llamadas, de moverse... y lo que hay que hacer es todo lo contrario: activarse, buscar soluciones, seguir yendo al gimnasio, cultivar las amistades... todo eso ayuda a mantener la autoestima.