La Sierra de Guadarrama ha conseguido hoy, tras un siglo de espera, su deseado estatus de Parque Nacional, tras un debate en el Congreso de los Diputados, donde los grupos de izquierda han criticado el Proyecto de Ley por entender que fomenta la especulación y abre la puerta a la actividad de la caza.

Esta última cuestión ha provocado que los grupos mayoritarios, PP y PSOE, hayan cambiado su sentido del voto y hayan votado en contra de la única enmienda introducida al texto en el Senado, donde fue apoyada por todos los grupos (solo hubo 6 abstenciones).

La posibilidad de que esta enmienda relativa a los usos tradicionales permitidos en el parque (ganadería, actividad forestal) pudiera abrir la puerta a la actividad cinegética ha sido la razón esgrimida por los socialistas para anunciar el cambio de la posición de su grupo.

Ante este anuncio, el Grupo Popular también ha votado en contra para no "darles la coartada" a los socialistas.

Esta modificación, la única introducida la semana pasada en el pleno de la Cámara Alta tras ser consensuada por todos los grupos en base a una enmienda del Grupo Socialista, postergó la aprobación del Parque Nacional y provocó que el texto volviera hoy al Congreso.

El nuevo parque, que no lo será de forma efectiva hasta que lo publique el Boletín Oficial del Estado, nace con una superficie de casi 34.000 hectáreas, repartidas entre Madrid y Castilla y León, donde conviven el 40 por ciento de las especies de anfibios y reptiles de España, el 39 por ciento de aves y casi el 50 por ciento de los mamíferos.