¿Hay fotógrafos, fotógrafos artistas y artistas fotógrafos o es innecesario hacer catalogaciones?

Las etiquetas quedan pequeñas para intentar contener la diversidad de prácticas que se llevan a cabo. Es interesante descifrar los propósitos y los contextos donde se mueve cada artista porque el campo de aplicación determina las prácticas que se desarrollan.

¿De dónde beben las distintas prácticas fotográficas?

Sin duda hay que mirar las prácticas artísticas de los años 60 que están emparentadas con el conceptualismo. Las décadas de los 60 y 70 fueron muy fructíferas y todavía se están reinterpretando algunas de sus claves, pero a día de hoy las prácticas fotográficas discurren por caminos cada vez más personales, van abandonando las herencias y toman caminos más personales. De todas maneras, ésta sería una de las genealogías porque hay muchas.

¿La fotografía casa con todas las artes visuales?

¡Sin duda! Acabo de regresar de la Bienal de Venecia y la presencia de la fotografía es patente, se ha normalizado en las convocatorias artísticas habituales. Ya está instalada de una manera clara y rotunda aunque ha sido un camino largo.

¿Estamos viviendo un boom de la fotografía?

Hay una popularización de la fotografía. El tema es que no sabemos muy bien de lo que hablamos. Hay trabajos artísticos de gran calidad conceptual hechos con cámaras del ordenador y hay trabajos realizados con una gran parafernalia técnica que no tienen ningún interés.

¿La fotografía es un medio de reflexión crítica sobre el discurso artístico contemporáneo?

¡Sí! Es una de las características que separan la fotografía en el contexto del arte contemporáneo de la tradición fotográfica más ligada a lo documental o a usos aplicados a distintas profesiones como la publicidad. Seguro que este tema surgirá en el debate.

¿La mirada del fotógrafo sigue siendo clave en el trabajo?

La mirada del fotógrafo como elemento básico tiene que ver con la tradición fotográfica, que era una cuestión de mirar. Ahora es una cuestión de mirar pero también de construir lenguajes y de pensar. La visual ha dejado un gran espacio a un tipo de fotografía más reflexiva y compleja.

En sus obras se observa un profundo análisis de la fotografía como objeto de reflexión artística.

Una de las aportaciones del arte contemporáneo ha sido reflexionar sobre su propia naturaleza. Por ello, uno de los primeros cometidos de la fotografía usada dentro del arte fue mirarse a sí misma como lenguaje y como objeto de reflexión. Las genealogías de las imágenes actuales derivan tanto de las prácticas ligadas a la tradición fotográfica como a intervenciones desde el arte contemporáneo. Hoy en día, estos dos ámbitos de acción quedan obsoletos porque la fotografía se ha expandido en múltiples direcciones y colocar fronteras es inútil.

¿La fotografía es el reflejo de nuestras contradicciones?

Me refiero a que la fotografía nace con el mito de ser un medio que nos permita conocer la realidad, que es una ambición que acompaña al hombre. Sin embargo, la fotografía nos enseña dónde estamos en este camino de conocer la realidad y nos permite ver en qué contradicciones caemos. Por ejemplo, el ansia de control característico de esta sociedad nos lleva a la pérdida de control absoluto.