La entrevista de trabajo es el momento más importante en la búsqueda de empleo porque es la única oportunidad que se tiene para convencer al entrevistador de que se es la persona más adecuada para el puesto de empleo que ofertan.

Cualquier error en los escasos minutos que duran las entrevistas de trabajo pueden estropear las expectativas laborales del candidato. Es importante cuidar al máximo todos los aspectos que entran en juego durante la entrevista, desde los conocimientos que se poseen, hasta el mensaje que se transmite al entrevistador, pasando por la imagen que se proyecta.

Muchos candidatos tienden a repetir una y otra vez los mismos errores en las distintas entrevistas que les alejan del puesto de trabajo que desean. Por ello es importante descubrir en que se está fallando para no volver a actuar nunca más de la misma manera.

A continuación puedes conocer los errores que más se repiten en las entrevistas de trabajo:

-No conocer la empresa: Una de las preguntas más típicas de los entrevistadores es por qué se quiere trabajar en esa empresa. Para poder contestar de forma correcta es necesario conocerla. Por ello, es más que recomendable investigar sobre la misma los días previos a la cita.

-Llegar a la cita puntual: Parece obvio pero en muchas ocasiones se desconoce exactamente donde se ubica la empresa y no se calcula bien el tiempo que nos va a costar llegar. El tráfico o retrasos en el transporte son factores que también se deben de tener en cuenta para poder llegar a la hora exacta. Ni tarde, ni mucho antes. Llegar demasiado pronto significa impaciencia y muchas veces los entrevistadores están ocupados para poder atendernos con anterioridad.

-No cuidar la imagen personal: La máxima debe ser ir vestido acorde al puesto de trabajo que se ofrece o al estilo de la empresa. Ir en traje a una entrevista para trabajar de camarero está fuera de lugar. Además, es muy importante no sentirse disfrazado y optar siempre por la naturalidad, ya que nos hará sentirnos más seguros para enfrentarnos a la situación.

-Ser radical en las respuestas: Frases como "soy el mejor para este puesto" o "nunca me estreso" nos restan credibilidad. Matiza siempre las respuestas. Por ejemplo, "no suelo estresarme aunque siempre hay situaciones que nos alteran a todos, en esos momentos respiro hondo e intento solucionar el problema" puede ser una de las respuestas más adecuadas.

-No preguntar nada al entrevistador: Es muy frecuente que en el último momento el entrevistador nos pregunte por nuestras dudas. No tener ninguna demuestra muy poco interés. Si como hemos dicho acudimos con información de la empresa será muy fácil acudir con alguna pregunta que pueda además agradar al entrevistador.

-Hablar mal de anteriores trabajos: Nunca se debe hablar mal ni de otras empresas ni de otros jefes. Si por ejemplo nos hemos marchado de otro trabajo porque no estábamos contentos podemos decir que llegó un momento en el que queríamos dar un giro a nuestra trayectoria profesional y buscar nuevas oportunidades laborales.