Un equipo de astrónomos ha hallado el primer planeta extrasolar del tamaño de la Tierra y que orbita otra estrella en la denominada "zona habitable", aquella en la que cabe la posibilidad de que exista agua líquida en su superficie. Su nombre: Kepler-186-f y es el primer planeta más parecido al nuestro que se ha encontrado.

El descubrimiento ha sido posible gracias al telescopio espacial Kepler, que ha permitido confirmar casi un millar de planetas en otras estrellas. El hallazgo supone un paso más en la investigación de otros planetas fuera del sistema solar. Ya con anterioridad fueron detectados otros planetas extrasolares en la zona habitable, pero su tamaño era como mínimo un 40 por ciento mayor que el de la Tierra.

"El descubrimiento de Kepler-186f es un paso muy significativo hacia la búsqueda de planetas como el nuestro", ha dicho Paul Hertz, director de la división de astrofísica de Nasa. "Misiones futures de la NASA, como el Transiting Exoplanet Survey Satellite y el telescopio espacial James Webb, descubrirán los exoplanetas rocosos más cercanos y determinarán su composición y condiciones atmosféricas, continuando con la búsqueda de verdaderos mundos similares a la Tierra".

Aunque el tamaño de Kepler-186f es conocido, su masa y composición no, pero investigaciones anteriores sugieren que un planeta de ese tamaño debe ser rocoso.

"Sólo conocemos un planeta en el que exista la vida: la Tierra. Cuando buscamos vida fuera del sistema solar nos dirigimos a planetas con características similares a las de la Tierra", ha dicho Elisa Quintana, científica investigadora del instituto SETI, dedicado a la búsqueda de vida en otros lugares del Universo. Quintana encabeza el artículo publicado hoy en la revista "Science". "Encontrar un planeta comparable a la Tierra en tamaño y en la zona habitable es un gran paso", añadió.

Kepler-186f se encuentra en el sistema solar Kepler-186 system, a unos 500 años luz de la Tierra, en la constelación de Cygnus. El sistema cuenta con al menos cinco planetas que orbitan en una estrella cuyo tamaño y masa es, aproximadamente, la mitad de la de nuestro Sol. Esta estrella está clasificada como una enana roja, un tipo de estrellas que representan el 70 por ciento de las que component la Vía Láctea.

"Las enanas rojas son las más numerosas y de ellas puede venir el primer signo de vida en otros lugares de la galaxia", afirma Quintana. Kepler-186f orbita su estrella cada 130 días y recibe un tercio de la energía que la Tierra recibe del sol. En la superficie de Kepler-186f, el máximo brillo de su estrella a mediodía es solo tan brillante como nuestro sol una hora antes del ocaso.

"Que se encuentre en la zona habitable no significa que el planeta lo sea: su temperatura depende en gran medida del tipo de atmósfera", ha dicho Thomas Barclay, investigador científico. "Kepler-186f puede considerarse como un primo de la Tierra, más que un gemelo", señaló. Los cuatro planetas compañeros de Kepler-186f orbitan su sol cada cuatro, siete, 13 y 22 días respectivamente, haciendo que sean demasiado calientes para albergar la vida como la conocemos.