Marc Homs es un joven de 18 años que vive en la localidad barcelonesa de Rubí. Su pasión es la física cuántica ya que combina sus dos asignaturas preferidas, matemáticas y física. Marc tiene un expediente académico inmaculado y brillante.

Fueron precisamente sus altos conocimientos los que supusieron un problema para que se alzara como ganador de un certamen local. Al acabar el Bachillerato decidió presentar su trabajo de investigación “La no localidad cuántica y sus aplicaciones” a un concurso de su pueblo, pero rápidamente descubrió que su dosier había sido descalificado por ser excesivamente bueno, por superar con creces los conocimientos exigidos para esta franja de edad.

Fuentes municipales apuntan que tuvieron que tomar la dura decisión de apartar el trabajo ya que no hubiera estado "en igualdad de condiciones con los demás compañeros".

Marc se tomó la resolución con humor pero analizando la situación destaca que de este modo la gente no se va a esforzar por encima de lo que se le pide en el colegio. “Este tipo de premios deberían incentivar a la gente a que trabaje y se apasione, no es bueno imponer límites al esfuerzo”, explica.