Era el momento en el que el consejero delegado de BMW se desplomaba en la Feria Internacional del Automóvil en Frankfurt. Presentaba los nuevos modelos cuando Harald Krueger empezó a titubear, a dar pasos hacia atrás hasta caer al suelo.

Ayudaron al directivo que lleva toda su vida profesional vinculada a la firma de automóviles germana. Por su propio pie salió del escenario para que le viera un médico. "No tengo palabras", decía otro directivo que cogió el relevo.

La firma de automóviles germana aplazó la presentación para más tarde.