La Delegación del Gobierno en Castilla y León ha propuesto una sanción económica de 5.200 euros para Adrián Sánchez Quevedo, un joven murciano de 22 años que el pasado 15 de septiembre se encadenó ante una señal de tráfico en Tordesillas, en mitad del trayecto donde se celebra el polémico festejo del Toro de la Vega, para hacer visible su protesta por la celebración de esta tradición que muchos consideran como la apoteosis del maltrato animal.

Adrián Sánchez Quevedo, que reside en la capital y que es un destacado activista antitaurino, se desplazó a la localidad vallisoletana y, según consta en el expediente sancionador, se encadenó con un candado metálico a una señal de tráfico en la rotonda de la carretera N-620 La Vega de Tordesillas, una zona incluida en el trayecto del polémico torneo, una tradición cuyos orígenes se sitúan, según sus defensores, a mediados del siglo XVI.

El objetivo de Adrián el 15 de septiembre era realizar una acción llamativa que desviara la atención mediática y obligara a adoptar medidas urgentes en medio del torneo. Si el dispositivo de seguridad hubiera sabido de sus intenciones, lo hubiera desalojado del recorrido, por lo que tenía que ocultarse hasta el momento final. «Cuando pasa el toro por el lugar indicado», continúa el expediente, "se puede ver cómo las personas más próximas al denunciado levantan los brazos sobre la señal, tapándole, con el consiguiente riesgo para la seguridad no sólo de los componentes del dispositivo de seguridad, sino también para el resto de participantes".

"Cuando está encadenado a la señal de tráfico, ya no lleva ni la peluca ni el resto del disfraz con el que se le había visto momentos antes de comenzar el torneo, ni tampoco tenía ya la cara pintada de banderas, con lo cual denota una preparación organizada y premeditación de esta persona", señala el documento de la delegación del Gobierno en Castilla y León. Para desencadenarlo de la señal fue necesario recurrir a los bomberos, que según detalla el expediente emplearon media hora en liberarlo. En ese momento, según el expediente, se encontraban en esa zona de paso del trazado del torneo alrededor de un millar de personas.

Adrián Sánchez Quevedo, al que acusan de infringir un artículo de la llamada Ley Mordaza, mostró ayer su desacuerdo con la propuesta de sanción, que aunque puede suponer un golpe económico importante para un joven de 22 años "me da fuerzas, sin embargo, para seguir saboteando estos actos de maltrato animal", según declaró a La Opinión de Murcia. El joven murciano tiene ahora quince días para pagar voluntariamente, con lo que la sanción sería la mitad. También puede presentar alegaciones, algo que tendrá que consultar con sus abogados, aunque a priori su intención es tratar de revocar la sanción "porque yo no me resistí a los agentes de seguridad cuando vinieron a desencadenarme ni le falté el respeto a nadie".

Asegura que es el cuarto año que se desplaza a Tordesillas para boicotear el torneo del Toro de la Vega, algo que, según afirma, también tiene su peligro. "En ese pueblo es difícil decir que estás en contra del torneo, porque el acoso es constante. Solo conozco a dos personas de allí que rechazan esta brutalidad", afirma Adrián, quien este verano intentó sabotear el festejo de la 'caza de los marranos en barro', una tradición en Ceutí. Antes de que comenzara, llenó una balsa de jabón líquido. "Pero el alcalde y un concejal me pillaron".

Pero el Toro de la Vega es su gran enemigo. Tanto que advierte a Pedro Sánchez, candidato a la presidencia del Gobierno del partido que gobierna en Tordesillas, el PSOE, de "que lleve cuidado en sus mítines en la inminente campaña electoral".