Hasta para ser infiel hay que ser elegante. Carmen Posadas y Marta Robles acaban de publicar Usted primero, una guía fácil de leer y cargada de humor en la que las dos amigas ponen al alcance de todos las «reglas no escritas de la buena educación», esas que generalmente se analizan en otro tipo de libros, más densos y quizás un tanto alejados de la realidad. Pero ellas, que además de escritoras son amigas, se han mimetizado y a cuatro manos han redactado esta guía de la elegancia donde hay dos premisas muy importantes: no hacer daño y tomarse la vida con humor.

No era la primera vez que ambas se enfrentaban a un trabajo en colaboración con otra persona, pero esta vez el proyecto tenía algo especial porque había que ponerse de acuerdo en temas que pueden parecer un tanto complejos, como qué palabras usar con la pareja en un encuentro íntimo, cómo medir la relación de confianza con el jefe, cómo actuar en la primera cita, cómo hacer buen uso de las redes sociales etcétera. «Somos amigas desde hace años, comemos juntas todas las semanas y lo cierto es que estábamos de acuerdo en todo, excepto en el uso de la falda de tubo, en el que cada una tiene su opinión, pero queda reflejado en el libro la postura de cada una», explica Posadas.

¿Sabían que detrás de lo que bebe una persona se esconden rasgos de su personalidad? «Detrás del bebedor de cerveza hay una actitud de camaradería, que nada tiene que ver con el que bebe vodka o gin tonic, los tópicos esconden detrás algo de realidad», según las autoras. Y pasa lo mismo con lo que los hombres quieren que beban las mujeres, ¡cuidado!, si la invitan a champán quieren algo más que una conversación en el bar. Explica Marta Robles que la elegancia se ha creado para suplir la falta de generosidad del ser humano porque no todos «somos unos ángeles virtuosos, las reglas están hechas para hacer mejor a la gente». En el libro se recogen análisis de situaciones cotidianas a las que casi todo el mundo se enfrenta alguna vez en la vida, por eso hay consejos básicos que todo el mundo puede aplicar: no ir llorado al funeral, porque hay gente a la que le encanta ser protagonista incluso cuando el fallecido no es pariente cercano; no ponerse ropa interior de encaje o pícara en las primeras citas; porque se puede dar una imagen agresiva a la otra persona; no compartir el baño con la pareja por mucho que se quieran, porque todo el mundo necesita sus momentos de intimidad, ir de experto en vino y devolverle la botella al camarero porque es una falta de educación y de tacto; comer las gambas con tenedor, porque es ridículo ya que todos los aperitivos se comen con las manos y ahí está la elegancia, y así muchos consejos más. «Muchas veces vamos a un funeral donde el difunto se ha casado tres veces y las dos primeras viudas lloran mucho más que la actual.

En la contención también reside la elegancia y además es una forma de superar mejor el dolor», apostilla Posadas, que también dice que a ninguna persona elegante se le ocurre coger tenedor y cuchillo para tomar una aceituna o un langostino, así que a veces es mejor no complicarse la vida. Es precisamente ese lío que a veces tenemos en la cabeza respecto a las formas lo que nos hace cargarnos una relación en las primeras citas, porque actuamos instintivamente y sin pensar en las consecuencias. «El amor está lleno de rituales, los animales tienen muy bien delimitado su ritual de apareamiento, pero nosotros, como nos hemos sofisticado, hemos perdido todos esos instintos, pero hay señales del lenguaje corporal que podemos mandar al otro; la mirada, la sonrisa... Hay que volver al cortejo».

En el libro se hace más de una crítica a Cincuenta sombras de Grey, el libro que ha arrasado en el mundo y en el que Grey convierte en sumisa a su amante. Dice Robles que mucho cuidado con este libro: «Estamos en un momento de muchas contradicciones y parece que no queremos dejar de ser adolescentes, este libro es un cuento de la Cenicienta donde ella encuentra a un príncipe actual con el que en lugar de comer perdices juega a recibir latigazos. El sexo es una cosa pactada y está muy bien; pero si juegas, hay que saber a lo que te arriesgas». Este libro responde a una falta de normas en la sociedad, que como explica Posadas, en España viene dada por la llegada de la democracia, cuando «nos fuimos al otro extremo del péndulo, porque antes estábamos llenos de reglas y obligaciones», por eso ellas han decidido dar forma este libro, para recuperar esas formas que «no deben perderse» y que se aleja de otros libros o manuales de educación o protocolo que «son pedantes, de gente que se cree muy elegante o sofisticada. Nosotras buscábamos algo hecho con mucho humor, alejado de pedanterías y que fuera políticamente incorrecto. Mejor decir coño que vulva, y mejor condón que profiláctico... la cama esconde muchas torpezas».

Las autoras tratan todo tipo de temas y aseguran que es éste un libro para todos los públicos porque todo el mundo puede apuntar ciertas normas que le servirán para pulir su día a día. «Todos hemos fingido en el sexo alguna vez o hemos ido de entendidos en arte o literatura, pero la frase de que en el amor y en la guerra todo vale es una gran mentira. No se pueden desvelar las intimidades que se han vivido con otra persona, ni analizar cómo hacía el amor o el tamaño de su pene, es de pésimo gusto. No nos gustan los fanfarrones». Por eso, para todos los que necesitan algunas pautas para conseguir la elegancia, que es muy complicada de mantener siempre, pero que se puede trabajar, nace este libro que está en las librerías desde octubre.