Por segundo año consecutivo, la agencia de publicidad Leo Burnett se ha erigido como la creadora del anuncio del Sorteo de Navidad 2015. Siguiendo la línea de su trabajo anterior, ha apostado de nuevo por la historia de una persona que no compra lotería y, sin embargo, el día del sorteo recibe su décimo premiado porque sus allegados creen que "el mayor premio es compartirlo".

La historia, tanto de Justino este año como de Manuel en 2014, apela a las emociones, aunque la primera lo hace a través de la animación y la segunda se sirvió de personas reales para conmover a público quizá más receptivo en Navidad. Se trata de la misma historia, pero en diferente formato, en la que los protagonistas ensalzan el valor de compartir el premio.

De esta forma, Leo Burnett ha hecho protagonista de estas fechas a un hombre que, por la soledad de su trabajo, se entretiene por la noche colocando los maniquíes de forma que imiten a los demás compañeros de trabajo de la fábrica. Así, cada mañana el resto de trabajadores se alegra y se divierte al descubrir la última invención de Justino.

Pero como Manuel el año pasado, Justino no se apunta a la lista que los trabajadores de la fábrica hacen para el Sorteo Extraordinario de Navidad, pero sus compañeros se aseguran de que su historia tenga un final feliz.

"'El mayor premio es compartirlo' sigue siendo el mensaje principal de nuestra campaña y, desde esta afirmación tan potente y tan de verdad, vamos a contar una preciosa historia que refleja el anhelo humano de compartir", explicó la presidenta de la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado, Inmaculada García Martínez, el día de la presentación oficial del anuncio, donde detalló que este año se vuelve a ofrecer una campaña de personas "que conviven y sueñan con sus compañeros, amigos y seres queridos, basada en la bondad, en la generosidad, en la grandeza de los pequeños detalles, que muestran lo mejor de las personas".

Este año Justino es el relevo de Manuel, el protagonista del anuncio del año pasado que se centra en un bar de Villaverde, en Madrid, donde ha tocado el premio Gordo y la gente del barrio ha salido a celebrarlo por todo lo alto. Todos, menos Manuel, un cliente habitual que no había comprado el décimo de la Lotería pero que baja para felicitar a los parroquianos. El spot de 2014 también tuvo su final feliz porque Antonio, el dueño del bar, reservó un décimo para Manuel.

Este fue el anuncio central de la campaña que integraba un total de nueve historias "cotidianas", entre ellas la de una lotera, los planes de una pareja cuando se enteran de que han ganado el premio 'Gordo' y el origen de la historia entre los primeros protagonistas, Manuel y Antonio.