El juzgado de guardia juzgó ayer en Elche (Alicante) a un hombre por un presunto delito leve de apropiación indebida después de que fuera denunciado por una mujer con la que había ligado en un red social, y entre cierto asombro del personal por lo singular de la situación. En concreto, la mujer le acusa de haberse quedado con un cepillo de dientes eléctrico, un albornoz, un pijama y una chaqueta de piel, objetos que según el denunciado no están en su vivienda y de los que dice no saber nada en absoluto.

El hombre reaccionó con estupor al ser citado por la Policía Nacional después de que la mujer interpusiera una denuncia en Comisaría, y en el transcurso del juicio llegó a plantear que no entendía la situación, que más bien le parecía que el personal del juzgado y las partes estaban perdiendo el tiempo. Fuentes judiciales reconocían ayer que la situación no dejó de tener cierto tinte atípico.

Tanto la denunciante como el denunciado comparecieron sin abogado, y defendieron sus versiones, que apenas coincidían en el origen de la historia. Al parecer, según contaron ante la juez, la pareja se conoció en Badoo, una red social para trabar amistad y encontrar pareja, y tuvo algunos encuentros en casa de él, donde la mujer dice que dejó algunos efectos personales porque él le había planteado que se quedara a vivir en su casa y que llegaron a convivir unas semanas, aunque sin poder precisar las fechas. El hombre lo niega y asegura que solo mantuvieron citas esporádicas sin más trascendencia sentimental, algo que ella no acabó de aceptar en su opinión. De hecho, él decía que a causa de los constantes intentos de contactar por parte de ella se había llegado a ver obligado a bloquearla en redes sociales y aplicaciones de móvil, hasta que finalmente se había encontrado con la denuncia.

Al término del juicio, en el que ambas partes declararon sus versiones, la situación quedó vista para sentencia por el presunto delito leve de apropiación indebida, que el Código Penal pena con multas económicas por un periodo de entre uno y tres meses, porque el valor de los objetos que presuntamente no se han devuelto no excede de 400 euros. El Ministerio Fiscal interesó una sentencia absolutoria al considerar que no había quedado probado siquiera que existieran los objetos que la chica reclamaba.

El juicio apenas se prolongó durante unos minutos y fue el primero de los catorce asuntos que se enjuiciaron ayer al término de la semana de guardia de Instrucción 3, en la que todos los demás asuntos se referían a pequeños hurtos excepto uno. En ese caso, un hombre aceptó ser condenado a una pena de multa de 60 euros por un delito de lesiones y a indemnizar al denunciante con 100 euros, después de reconocer que discutió por una ventana con un grupo de jóvenes que estaban armando escandalo y bajó a enfrentarse con ellos, llegando a coger a uno por el cuello. En definitiva, cosas de juzgado de guardia.