El hombre detenido en Gijón por el asesinato de su pareja sentimental, Silvia Hernández Álvarez, de 34 años, este pasado fin de semana en el barrio gijonés de Roces, ofreció versiones contradictorias a la Policía, señalando primero que la mujer había sido agredida por otras dos en la calle y después que habían discutido en el domicilio familiar la madrugada del sábado al domingo y que pudo en un momento de la discusión haberla clavado un arma blanca, durante un forcejeo. Así lo han confirmado a Europa Press desde la Comisaría gijonesa.

De acuerdo al relato policial, el hombre, de 46 años, llamó a las 6.15 horas de este lunes al 112 para informar de que su pareja no respondía y estaba "fría", aunque la agresión se había producido casi 24 horas antes. Según él, la noche anterior habían salido a cenar y en el domicilio iniciaron una disputa. Una vez personados los sanitarios en el lugar, comprobaron que la mujer estaba muerta y hallaron restos de sangre en la cama y dos heridas incisas en el costado izquierdo. La víctima falleció de una hemorragia interna.

El detenido se negó a declarar en Comisaría pero ante las versiones contradictorias que ofrecía y los antecedentes que tenía fue arrestado. En este sentido, la Policía había tenido que intervenir hasta en cinco ocasiones por malos tratos, con detenciones de ambos por agresiones mutuas.

Asimismo, él relató a los agentes que pudo haber un forcejeo y que no sabía que las lesiones infringidas a la víctima fueran tan graves. Después de la agresión, él se acostó, según su versión, aunque no llamó al 112 hasta casi un día después.

Las peleas se producían desde hace años y, de hecho, él tuvo una orden de alejamiento de la víctima que caducó el pasado mes de julio, y que le impedía, por tanto, que convivieran juntos en el domicilio. Con mucha probabilidad el hombre detenido pasará a disposición de dicho juzgado a lo largo del día de este martes 15 de marzo.