Eva con tan solo 11 años le ha salvado la vida a su abuelo Manuel. Se lo encontró en el suelo, sin pulso. Estaba sufriendo un infarto.

Sin dudarlo comenzó a hacerle un masaje cardiaco. Días antes su profesor de Educación Física les había enseñado un curso de primeros auxilios y sabía como debía actuar.

Gracias a ello y a su valiente decisión, Eva consiguió que el corazón de su abuelo volviera a latir.