En numerosas ocasiones se habla de los peligros que tiene el uso excesivo de las redes sociales, sin embargo también de vez en cuando estas traen alguna que otra alegría. Es el caso de la cadena de ´amistades´ que se creó a través de la red social Facebook para salvar a un bebé afgano con un problema cardiaco.

El pequeño Yehia, de 14 meses, nació con dos arterias dañadas y dos agujeros en el corazón. Sus padres, en el proceso de lucha por salvar la vida del pequeño, encontraron en su localidad, Peshawar, a un especialista capaz de tratar al niño. Sin embargo, el alto precio de la intervención hizo que los padres continuasen buscando otra solución.

Durante una boda celebrada el pasado mes de abril, los padres de Yehia decidieron comentarle la situación a Farhad Zaheer, un familiar y además profesor activo en las redes sociales, quien tras conocer el problemas de su sobrino decidió ponerse en contacto con algunos de sus amigos en Facebook para conseguir que el pequeño fuese intervenido.

El primero de los contactos con los que habló Zaheer fue Anna Mussma, una israelí con pasaporte estadounidense, a quien le adjuntó la petición de ayuda junto a una foto del bebé.

A su vez, la israelí se puso en contacto con Simon Fisher, director ejecutivo de una fundación israelí dedicada a realizar cirugías cardiacas en países en vías de desarrollo. En su mensaje al director Anna escribió lo siguiente: "Entiendo que ayudar a un niño de un país con el que Israel no tiene relaciones diplomáticas no es fácil, pero quizá es posible".

Un mensaje que surtió efecto y que hizo posible la operación del pequeño Yehia.