Un equipo internacional de astrónomos ha encontrado un lugar muy parecido a La Tierra y que, por tanto, podría tener las condiciones idóneas para la habitabilidad en su interior como la presencia de agua líquida.

Lo primero y fundamental para ver si un planeta tiene vida, al menos como la de La Tierra, es que tenga agua, lo que descubriremos detectando si hay vapor de agua en su atmósfera. Y para ver si tiene atmósfera, un primer paso es comprobar que el planeta transite o eclipse su estrella.

Si esto es así, se analiza con un espectrógrafo la luz de la estrella mientras el planeta la eclipsa y la composición de su atmósfera. Ese sería el momento de buscar qué biomoléculas están presentes, como agua, dióxido de carbono, metano, ozono... u otros compuestos, que aunque no sean indicativos de vida basada en el carbono y el agua como la terrestre, pueden informar de algún proceso biológico de otro tipo.

Además, cuando el planeta queda oculto totalmente por la estrella -en lo que se llama eclipse secundario-, la diferencia entre la luz total justo antes o después del eclipse y la luz cuando el planeta está oculto aporta datos sobre la emisión térmica del planeta y su temperatura. El efecto invernadero producido por la atmósfera ayuda a regular y mantener la temperatura, como en la Tierra.

La atmósfera es fundamental para la vida en un planeta

Otros factores a tener en cuenta serían el efecto protector de la atmósfera, la cantidad de emisión de rayos UV y X emitidos por estrellas activas como Próxima, o que su exoplaneta sufriese acoplamiento de marea al estar muy cerca de su estrella, ofreciendo siempre una cara a la estrella con día permanente y otra donde reina siempre la noche. Nos queda mucho por saber, porque hay diferentes teorías que explican cómo, aun sucediendo todo esto, podríamos llegar a tener condiciones que permitiesen la vida.

Actualmente, el equipo Punto Pálido Rojo y otros grupos de investigación ya están realizando la búsqueda de eclipses de Próxima b desde diversos telescopios en Chile y Sudáfrica, además de solicitar propuestas de observación desde satélites espaciales para descubrir si transita su estrella. Los futuros telescopios, como el terrestre E-ELT y el espacial James Webb, o espectrógrafos de alta precisión como Espresso -que se instalará en Chile- o CARMENES, serán fundamentales para el análisis en alta precisión de las atmósferas de los exoplanetas cercanos.

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