El Brexit podría tener serias consecuencias para las abejas y quienes las estudian, según Norman Carreck, director científico de la Asociación Internacional de Investigación de Abejas (IBRA).

El Reino Unido tiene una larga historia de investigación pionera en las abejas y la apicultura, que se remonta a los descubrimientos influyentes de Charles Butler en el siglo XVII. Sin embargo, la salida del Reino Unido de la UE podría tener efectos de gran alcance sobre el futuro de tales investigaciones, amenazando el acceso del Reino Unido a corrientes de financiación importantes y poniendo en peligro la colaboración internacional entre científicos dedicados a las abejas.

En los últimos años, nuestra comprensión de las abejas y sus problemas se ha beneficiado en gran medida de un gran número de proyectos de la UE y redes de investigación que involucran a científicos británicos financiados a través de la UE. Entre ellos se incluyen SMARTBEES, una colaboración de 16 socios que trabaja sobre la amenaza a la apicultura sostenible presentada por la drástica reducción de la diversidad genética en las abejas europeas, y COLOSS, cuyo objetivo es prevenir la pérdida de colonias de abejas.

Además de proporcionar financiación, la UE ha facilitado esta cooperación internacional mediante la libre circulación de personas, una característica integral del mercado único. La experiencia demuestra que la capacidad de los científicos de la UE para trabajar en el Reino Unido, y para los científicos del Reino Unido para trabajar en otros lugares ha sido muy beneficiosa para la investigación de las abejas.

Según explica en un editorial de Bee World, Carreck avisa que dependiendo de los términos del acuerdo, el Brexit podría afectar seriamente esto. Aunque los científicos de fuera de la UE pueden participar en proyectos de la UE, son ciudadanos de segunda clase, advierte.

Los empleos en proyectos dentro de un Estado de la UE se otorgan preferentemente a ciudadanos de la UE antes de que se consideren candidatos no pertenecientes a la UE; Los posibles socios de la UE deben invitar a los investigadores no comunitarios a participar en la elaboración de ofertas de financiación y no pueden dirigir una oferta; y los países no pertenecientes a la UE no tienen voz en la forma en que se ejecutan los programas.

La Real Sociedad de Biología del Reino Unido señala que los científicos británicos ya están siendo excluidos de las ofertas de financiación y que se ha pedido a los científicos y universidades británicos que se retiren a favor de los socios menores por temor a que un contribuyente británico ponga en peligro las posibilidades de una oferta exitosa.

"Las cuestiones medioambientales son internacionales, no respetan las fronteras políticas arbitrarias, por lo que la cooperación internacional es esencial para hacer frente a problemas mundiales como el cambio climático. Esa cooperación también es vital para las cuestiones menos importantes como las abejas. Es difícil ver que la salida del Reino Unido de la UE beneficie a la ciencia británica", concluye Carreck.