El cirujano británico Simon Bramhall, de 53 años, está siendo juzgado en el Reino Unido por dejar marcadas sus iniciales en el hígado de dos pacientes durante la operación de trasplante. Bramhall ha reconocido los hechos, pero ha rechazado que causara lesiones a los intervenidos.

Los hechos ocurrieron en Birmingham en febrero y agosto de 2013, concretamente en el hospital Queen Elizabeth de la ciudad inglesa. Bramhall 'tatuó' en los órganos sus iniciales, 'SB'. Para elló usó un láser de gas argón coagulador, que se utiliza para evitar hemorragias.

Las marcas no causaron daños en los pacientes y deberían haber desaparecido por sí solas. Sin embargo, uno de los hígados estaba dañado en el momento del trasplante y la evolución no fue la habitual. Otro cirujano se encargó de volver a operar y fue cuando descrubrió el 'tatuaje'.

Bramhall fue entonces suspendido y se le abrió un expediente disciplinario. En mayo de 2014 presentó su dimisión tras 12 años trabajando en el centro hospitalario.

El médico ha reconocido ante un tribunal en Birmingham dos cargos de agresión, pero no el de agresión con lesiones, que pedía el fiscal, según informa la prensa británica. El veredicto se conocerá el próximo 12 de enero.