Es un hecho que las navidades y los Reyes se convierten en una época de búsquedas agónicas, de intentar dar con el regalo original que trascienda la camisa de prêt-à-porter y el complemento de moda. Una alternativa son los nuevos juegos de mesa. Ofertas de ocio original, una manera de regalar diversión y motivos para reuniones con amigos o con familia. Los juegos de mesa nos acompañan desde siempre, pero es hoy cuando posiblemente disfruten su edad dorada.

Numerosos editores viven los juegos de mesa con pasión. Devir, por ejemplo, ha apostado este 2017 por un tipo de juego novedoso, que emula los escape room. Llevar a la mesa del salón esa actividad de laberintos con puertas y acertijos ha sido tendencia este año, y Devir aporta Exit, una trilogía de juegos que se usan una única vez: una compra que ofrece una experiencia para una tarde en la que pueden participar hasta seis jugadores. Intentarán resolver una serie de pistas, puzles y acertijos nada sencillos.

Devir tiene una amplia línea que va del juego de guerra más sesudo -como Combat Commander Europa, recreación de los combates de infantería en la Segunda Guerra Mundial- a los más familiares como el archiconocido Los colonos de Catán o el reciente Century, la ruta de las especias, un magnífico juego de compra-ventas con el que haremos malabares mentales sintiéndonos mercaderes de oriente a la búsqueda de cardamomo, canela, o azafrán.

Frente a la crisis de otros sectores del ocio, los juegos de mesa han experimentado un auge imparable en el último lustro, quizá porque en el fondo resultan una afición barata: tras un primer desembolso material, un juego de mesa supone muchas jornadas de diversión entre varios amigos sin más gastos. Estos editores buscan juegos distintivos como Osopark (Maldito Games) o Viral (Ediciones MasQueOca). Son ambos, como lo es Century, propuestas interesantes para el adulto pero accesibles a partir de, más o menos, los diez años.

En Osopark cada jugador debe crear un parque natural de osos, una suerte de reserva en la que disponer los servicios necesarios para los visitantes y para los animales, en un juego consistente en ir completando una especie de Tetris con losetas de cartón. Hacerlo antes y mejor que tus rivales será el camino a la victoria.

Por su parte, Viral resulta divertido ya desde su portada, con el dibujo de un enorme virus muy cartoon. En el juego participaremos como virus infectando un cuerpo humano, compitiendo contra otros virus y contra el sistema inmunológico del cuerpo. Un juego bastante táctico con componentes atractivos: fichas de madera, piezas de cartón, cartas con ilustraciones simpáticas y un tablero original que emula los órganos de un cuerpo humano.

Y otra modalidad muy familiar son los juegos de cartas rápidos, como Abluxxen o Port Royal. Son de partidas exprés pensadas para llenar tiempos muertos con timbas de veinte o treinta minutos, pero que buscan un plus a los juegos de baraja tradicional introduciendo una estética sugerente y una temática. Port Royal (de MasQueOca) funciona en este sentido, al simular a través de un mazo de cartas negocios portuarios entre filibusteros. Abluxxen (Maldito Games) resulta una sencilla mecánica de crear combinaciones de cartas y robar palos a tus rivales. Son dos ejemplos representativos de este tipo de «juego de relleno» o, como dicen los entendidos en juegos de mesa.

Pero no todos los juegos buscan la complicidad de toda la familia o el modelo filler. Los hay ciertamente densos y que exigen dedicación, con partidas que pueden alargarse varias horas. Draco Ideas es una de las editoriales especializadas en publicar juegos de guerra. Los wargames tienen fama precisamente de ser complejos y largos. Pero en su catálogo Draco Ideas tiene propuestas incluso para principiantes, mucho más ligeras pero capaces también de trasladarnos a un conflicto histórico sin levantarnos de la mesa. Una de sus referencias más conocidas es ONUS!, Roma vs Cartago, que recrea las guerras Púnicas. Sus partidas no se alargan más allá de 60 minutos, y sus reglas son sencillas sin perder esa sensación de verismo histórico, de ejércitos diversos y posibilidades tácticas en el campo de batalla. Los de guerra son juegos que crecen en fieles y jugadores.

Hay juegos para niños pequeños, para toda la familia y para adultos de complejidad considerable. Partidas de diez minutos y timbas que duran varias horas. Juegos de menos de diez euros y caprichos caros como restaurantes de estrellas Michelin... un mundo diverso y excitante. La Navidad es buen momento para descubrirlo.