Kate y Gerry McCann, los padres de la pequeña Madeleine, desaparecida en el sur de Portugal el 3 de mayo del año pasado, han contratado a un nuevo equipo de detectives privados para que examine las pruebas reunidas por la policía portuguesa cuando se cierre la investigación del caso.

Los abogados de la pareja de médicos británicos, considerados por la policía lusa como sospechosos de la desaparición de su hija, solicitarán que se les permita el acceso a los archivos policiales. Los investigadores privados se encargarán de revisar varias cajas de documentos en busca de alguna prueba de que la niña sigue viva, a los catorce meses de su misteriosa desaparición en el Algarve.

Según fuentes próximas a los McCann, mientras tanto ha disminuido la labor de la agencia española de detectives ´Método 3´, a cuyos servicios recurrió inicialmente la pareja, que acaba de contratar a un nuevo equipo de detectives con base en el Reino Unido.

´Método 3´ recibía mensualmente 50.000 libras (63.000 euros) procedentes del fondo creado para encontrar a Madeleine, pero en las últimas semanas esa cantidad se redujo a 8.000 libras al mes.

La agencia de detectives española fue criticada por una serie de declaraciones públicas, entre ellas la promesa de su director de que encontrarían a Madeleine antes de las pasadas Navidades.

Una fuente próxima a los McCann dijo al periódico que "hay ya un nuevo equipo trabajando en el caso, básicamente en el Reino Unido aunque algunos de sus elementos lo hacen fuera".

"No quieren ser identificados por razones operativas. Si logramos el acceso a documentos oficiales, ya sean portugueses o británicos, serán ellos quienes los examinen", explicó la fuente.

En Portugal, la documentación sobre Madeleine está en manos del fiscal José Magalhaes e Menezes, que, según han adelantado algunos medios de ese país, podría decidir cerrar el caso próximamente por falta de pruebas que impliquen a los McCann en la desaparición o muerte de su hija.

La justicia portuguesa no ha levantado todavía la condición de sospechosos a ninguno de los tres implicados y fracasó, en mayo pasado, en su intento de hacer una reconstrucción de los hechos al no aceptar ir a Portugal algunos amigos de los McCann que les acompañaban en las vacaciones.

Tampoco los padres de Maddie, que han defendido siempre su inocencia y sostienen que la niña fue raptada, volvieron a Portugal tras salir precipitadamente del país cuando fueron declarados sospechosos.

El portavoz de la familia, Clarence Mitchell, aseguró que Kate y Gerry McCann continuarán la búsqueda de su hija y pidió a las autoridades portuguesas que no archiven la investigación y que retiren a la pareja la condición de sospechosos.