La oleada de violencia entre adolescentes en Londres elevó el jueves a 18 el número de víctimas en los poco más de seis meses que van de año, después de que un joven de 16 años falleciese de madrugada en el hospital debido a la gravedad de las puñaladas recibidas en la zona de Thornton Heath, al sur de la ciudad.

El suceso se produce en la que ya se considera la semana más violenta de este 2008, después de la aparición de los cuerpos de dos estudiantes franceses que fueron acuchillados 240 veces antes del incendio del piso en el que fueron encontrados y la muerte de otros dos jóvenes el lunes y el martes. Además, el pasado domingo, otro varón de 16 años perdió la vida apuñalado en Islington.

En el caso del crimen del pasado jueves, el ataque tuvo lugar en el área de Beulah Crescent, en Thornton Heath, donde la Policía encontró a las 14.00 horas al joven Shakilus Townsend con múltiples cortes cuya gravedad no pudo superar y que le provocaron la muerte pasada la medianoche.

Por todo, el jefe de la Policía Metropolitana, Ian Blair, y el alcalde de Londres, Boris Johnson, retomaron esta misma semana su promesa de continuar luchando contra la posesión de armas entre los jóvenes y la violencia en las calles, una de las grandes apuestas con las que el regidor conservador concurrió a las locales del 1 de mayo en las que se hizo con el bastón de mando de la capital británica.

Por lo que respecta al doble crimen de los estudiantes franceses torturados hasta la muerte, el asesino podría haberse llevado parte de sus efectos personales, en concreto dos videoconsolas Sony PSP y las tarjetas de crédito de los jóvenes, según revelaron ayer fuentes de la investigación.

A puñaladas. Por ello, en la campaña de apelación de información, que ya ha recibido 25 respuestas, la Policía demanda la colaboración de "todos aquellos que recientemente hayan recibido una oferta de un ordenador portátil y dos consolas personales o que conozcan a alguien que haya tenido acceso -a ellos- de forma inesperada", puesto que seis días antes de la tragedia una de los dos víctimas sufrió el robo de su PC de la vivienda en la que finalmente perdió la vida.

Así, el pasado 23 de junio, Laurent Bonomo, de 23 años, escuchó ruidos mientras se duchaba y vio poco después cómo la ventana del comedor había sido forzada y que su ordenador Packard Bell había desaparecido del piso que compartía con su compatriota, Gabriel Ferez, de la misma edad, en la zona de New Cross, al sur de la capital británica, que preveían abandonar a final de mes para regresar a Francia.

En este sentido, una de las líneas de la investigación apunta a una confusión de la identidad como la causa que llevó a la muerte de los jóvenes, que no presentan "ningún antecedente relacionado con criminalidad" y a quienes, según sus profesores, les esperaba un "futuro brillante" en el campo de la investigación.

Sin embargo, el macabro suceso del domingo, que dejó como resultado más de 240 puñaladas en los cuerpos de ambos, no presenta cerraduras forzadas en la vivienda, que ardió por obra del propio asesino, que habría empleado drogas duras para la tortura a la que sometió a los jóvenes. Además, se cree que se utilizaron llaves para acceder al inmueble.