El alcalde de Lisboa, Antonio Costa, declaró a los periodistas que gracias al trabajo de los bomberos se evitó que el fuego se extendiera a otros edificios y se registran heridos o víctimas mortales.

"Se hizo lo esencial para evitar una catástrofe", afirmó el alcalde en el lugar de los hechos donde anunció también una investigación oficial para aclarar las causas del siniestro.

El fuego empezó durante la madrugada de hoy en el número 23 de la céntrica Avenida de la Libertad de Lisboa y unas horas después afectó también a dos inmuebles colindantes.

Varias decenas de personas que se encontraban en los edificios afectados y otros cercanos fueron trasladados al cercano cine San Jorge mientras varios vehículos de bomberos y cerca de un centenar de efectivos luchaban para extinguir las llamas.

El fuego alcanzó dimensiones espectaculares y obligó a cerrar al tráfico la céntrica zona de la capital donde se produjo, que a esas horas de la madrugada estaba aún muy poco concurrida.

Según portavoces de los bomberos el fuego destruyó el interior de dos de los edificios y afectó mucho a la fachada de uno de ellos mientras que en el tercero los daños fueron menores.